Luis Ventoso-ABC
- Su gran problema es que la suma de todo ya desborda lo admisible
Enésima humillación de los dirigentes separatistas catalanes a esa inmensa mayoría de españoles que queremos vivir en un país con idénticas leyes, derechos y deberes para todos. En 16 comunidades autónomas si un tribunal sanciona económicamente a varios dirigentes por malversar dinero público, a esos condenados no les queda otra que acatar y cumplir. Pero existe una comunidad que ya opera al margen del imperio de la ley. ¿Que el Tribunal de Cuentas impone a Mas el pago de 2,9 millones, a Romeva de 2,1; a Junqueras y Puigdemont de 1,9 millones…? Ningún problema, la Generalitat gobernada por ERC se hace cargo de la factura y pelillos a la mar, aunque sea una auténtica aberración jurídica. ¿Y qué hace Sánchez?
Pues decir por la boca pequeña que podría recurrir la decisión malversadora de Aragonès. Pero la única realidad hasta ahora es que él y su cinturón mediático llevan dos semanas embarcados en una insólita campaña de descrédito del Tribunal de Cuentas, porque lo prioritario no es defender la legalidad española, sino pelotillear a los separatistas para que no dejen caer a Sánchez, el presidente más débil de nuestra democracia (y como propina del escarnio, Junqueras haciendo ayer un bolo en la Eurocámara para denunciar «la represión» en España; y hoy, supercumbre en Waterloo entre el indultado y el fugado).
Mientras el Covid se dispara en España -con la mal gestionada Cataluña a la cabeza-, el Gobierno solo ha tomado una medida, y en el sentido contrario al debido: retirar la mascarilla de las calles precipitadamente, porque necesitaba una novedad que distrajese del oprobio de los indultos. Mientras los separatistas se chotean de nuevo de la legalidad y debilitan la posición española en Europa, Mi Persona está ocupadísimo implantando la agenda social de la extrema izquierda. La semana pasada con una ‘ley Trans’ de clara médula friki y este martes, con la controvertida’ley del sí es sí’, que según el dictamen del Poder Judicial se fuma la presunción de inocencia.
¿Saldrá Sánchez bien de todo su desbarre? Los gurús de Moncloa creen que sí, que el fin del Covid, sus televisiones y la mejora de la economía lo llevarán en zódiac hasta las elecciones de 2023. Pero yo estoy más bien con la ‘teoría de la bañera’ de Bill Gates. En su último ensayo, Gates explica que el problema del clima no generará un cataclismo súbito. Lo que realmente está ocurriendo es como una bañera que se va llenando con gotas de agua. El proceso es muy lento, pero llega un día en que rebosa. Eso mismo le va a ocurrir en las urnas a la bañera de Sánchez. Las mentiras podrían colar, pues posee un gran cañón propagandístico. La ineficiencia de su Gobierno, palmaria ante la pandemia, podría colar. La felonía antiespañola en el trato al separatismo catalán podría colar. El narcisismo cargante del personaje podría colar. El incumplimiento de las promesas electorales podría colar. El chuleo al resto de las regiones para premiar al separatismo catalán podría colar. El nepotismo podría colar. Las leyes sectarias de ingeniería social podrían colar. Pero su enorme problema es que todo junto ya no cuela. La bañera se ha desbordado.