Ramón Pérez-Maura-El Debate
  • Hoy por hoy, la extrema izquierda de Podemos parece recuperar resuello y Yolanda y compañía, en lugar de estar al rescate de Sánchez, parecen estar a la espera de que Sánchez los rescate a ellos

Aquí denunciamos casi a diario el sectarismo de este Gobierno que pone por encima de cualquier principio una ideología que quiere imponer a todos. Pero ahora hemos dado un paso más que nos ha llevado a ver como se conjuga sectarismo con incompetencia.

En las últimas horas hemos visto la decisión del presidente del Gobierno de interrumpir la compra a la empresa hispano-israelí Guardian Homeland Security S.A. de 15 millones de balas que tenían -y van a seguir teniendo- un coste de 6,6 millones de euros. Que se dice pronto. Después de que Sánchez y sus ministros sin excepción anunciasen en los últimos meses que se interrumpía todo comercio de armas o material bélico con Israel, el pasado 16 de abril, en plena Semana Santa se firmó y publicó la compra. Debieron de pensar que en esos días la gente está más distraída y podía colar. Pero los de Izquierda Unida, que es parte de Sumar -suponiendo que Sumar sea algo- son poco de procesiones. Y le han montado tal lío a Sánchez, que ha tenido que poner a España en una situación de ridículo internacional para salvar su Gobierno. Porque ya sabemos que lo único que le importa es seguir en La Moncloa.

Esta situación es especialmente penosa porque como todo el mundo sabe, Sumar es una estructura política creada desde el Palacio de la Moncloa. Se montó para desactivar a Podemos. Y, hoy por hoy, la extrema izquierda de Podemos parece recuperar resuello y Yolanda y compañía, en lugar de estar al rescate de Sánchez, parecen estar a la espera de que Sánchez los rescate a ellos. Aunque ya puede tener cuidado el todavía presidente del Gobierno, porque es bien sabido que Yolanda Díaz ha ido decapitando a todos los que le han tendido la mano. No me sorprendería que aspire a quedarse con las ruinas del PSOE cuando no haya más que eso tras la salida de Sánchez. Por más que pueda tardar, el descalabro acabará sucediendo. Y a Yolanda lo que le importa es cobrar un sueldo. Y para eso, la jefatura de las ruinas del PSOE bastará y sobrará. Y así podrá seguir renovando su guardarropa.

La pregunta evidente es de quién es la responsabilidad de que se hayan perdido 6,6 millones de euros por incompetencia. Es decir, si el Gobierno había tomado la decisión de no comprar nada a Israel -aliándose con los terroristas de Hamas en Gaza- ¿cómo pudo firmarse ese contrato por parte del Ministerio de Marlaska? Y Sánchez, que debe tirar con pólvora del Rey, decide que ahora no se van a adquirir las balas. Pero, aunque sea así, hay que pagarlas. Cornudos y apaleados. Este boicot tan inteligente de la izquierda española a Israel quiere decir que la empresa israelí Guardian Homeland Security S.A. va a cobrar dos veces por las balas. Una de España, que se las tiene que pagar y no se las va a llevar y otra de a quien quiera vendérselas después. Es que son unos genios. Estoy deseando tenerlos como enemigos míos intentando hundir mis negocios, si yo los tuviera.

Perdonen que insista, pero con enemigos comerciales como Sánchez, Marlaska y Yolanda Díaz, te forras. No se puede ser más incompetente que cuando a esa condición se suma el sectarismo.