CÉSAR LUMBRERAS-LA RAZÓN

  • El Gobierno va de bandazo en bandazo: desde la ganadería, hasta la reforma laboral, pasando por la luz y terminando por el alquiler
En esta época sanchista lo que un día es blanco, al siguiente puede ser negro y viceversa. Es más, sin exagerar, lo que por la mañana es blanco, por la tarde se convierte en negro y viceversa. Ejemplos hay por doquier. En el caso de la ganadería intensiva y extensiva, hemos escuchado, siempre a ministros y altos cargos socialistas, decir lo uno y lo contrario. A Luis Planas, titular de Agricultura, defender la coexistencia de los diferentes tipos de ganadería; y a Tudanca, el candidato de Pedro Sánchez a las elecciones de Castilla y León, alinearse ayer con el ministro de Consumo, Alberto Garzón, posicionándose contra las granjas grandes de cría intensiva. ¿Con qué nos quedamos? Y es que en el «sanchismo» cabe todo y con escaso intervalo de tiempo. Cambiando de asunto, ahora resulta que Pedro Sánchez desaprueba las negociaciones de Yolanda Díaz sobre la reforma laboral que supongan cambios en el acuerdo alcanzado justo antes de Navidad con los empresarios y los sindicatos. Estos continuos bandazos del «sanchismo» hacen que en muchos asuntos me encuentro perdido.

Como perdido estoy en lo del Fondo de Recuperación. Pero, ¿cuánto dinero del que nos ha destinado Bruselas ha llegado ya de forma efectiva a España? Y, de esas partidas, ¿qué cantidades se han transferido a las comunidades autónomas y se han ejecutado? Suma y sigue: ¿qué empresas y autónomos se han beneficiado ya de esos fondos comunitarios? El lío que ha montado el ministro Escrivá con la reforma del sistema de cotizaciones de los autónomos es otro asunto polémico, en el que impera la confusión. Tampoco me aclaro con lo del bono joven para el alquiler de viviendas. Los bandazos que se han dado en la política energética a lo largo de los últimos meses son de aurora boreal y, si lo del recibo de la luz era ya incomprensible, ahora lo es todavía más. Si hablamos de la política económica en general, ya no sé muy bien si es socialdemócrata, como dicen algunos miembros del Gobierno, o comunista, por aquello de la cogestión en las empresas que ha planteado la vice Díaz hace unas jornadas. ¡Esto lleva camino de convertirse en un movimiento como el peronismo, en el que tradicionalmente ha cabido todo!