EL MUNDO 17/04/13
El asesino confeso del dirigente de HB dice estar dispuesto a someterse al polígrafo
El delincuente Luis Morcillo confirmó ayer, por primera vez en sede judicial, que él fue el autor de los disparos que acabaron en 1984 con la vida del dirigente de Herri Batasuna Santi Brouard, uno de los grandes crímenes por esclarecer de la democracia, y apuntó directamente como instigador al entonces número dos del Ministerio del Interior y máximo responsable de la Seguridad del Estado, Julián Sancristóbal.
Morcillo declaró durante 80 minutos ante la juez de Bilbao Ana María Gasca por videoconferencia desde un juzgado de Madrid. Fuentes jurídicas que conocieron su declaración aseguran que relató una visita en la prisión de Carabanchel a finales de abril de 1983, cuando cumplía una condena por librar un cheque sin fondos, en la que su compadre el guardia civil Rafael Masa y el propio Sancristóbal le propusieron llevar a cabo operaciones de seguimiento de etarras en el sur de Francia. Y afirmó que, si no se le cree, está dispuesto a someterse a la prueba del polígrafo.
Según dijo, Masa le presentó a Sancristóbal como «el que mandaba» y el «gobernador civil de Vizcaya» -efectivamente, era el cargo que ocupaba entonces-. Ésa fue la única vez que lo vio en persona, aunque aseveró que, cuando su compadre le encargó que asesinase a Brouard, supo que era siguiendo órdenes de Sancristóbal, que ya había ascendido a la cúpula de Interior, llevándose con él a Masa -que rápidamente creció de capitán a comandante y, de ahí, a teniente coronel- como uno de sus hombres de confianza.
La declaración de ayer de Morcillo es parecida, en este punto, a otra que prestó en 1999 -entonces situó la visita a Carabanchel a finales de 1982- y de la que luego se desdijo; pero esta vez ofreció una notable diferencia en la concreción de algunos detalles que obligarán al juzgado a agotar la investigación. No obstante, precisó que no fue en ese momento cuando le pidieron que atentara contra Brouard: los GAL no entraron en acción hasta varios meses después.
Luis Morcillo y Rafael Masa, junto al ex policía José Amedo, fueron absueltos en 2003 de ese crimen, por lo que nada tienen que temer de la Justicia. La causa se reabrió recientemente después de que Amedo aportarse la transcripción de unas grabaciones de diálogos con Morcillo en los que éste se reconoce como autor del asesinato y afirma que Sancristóbal «organizó todo el tomate».
El ex número dos de Interior vuelve a estar imputado, 14 años después de que la Audiencia de Vizcaya revocase su procesamiento. El lunes, Morcillo se confesaba en EL MUNDO: «Yo asesiné a Brouard». La persona que le acompañó a la consulta médica del dirigente de HB fue el quinqui Rafael López Ocaña, condenado en 1993 a 33 años de cárcel. La evidencia siempre apuntó al aparato antiterrorista del Estado, entonces en plena guerra sucia.
El abogado de la familia Brouard, Txema Montero, subrayó ayer en Bilbao las «contradicciones» flagrantes en las que, a su juicio, habría incurrido Luis Morcillo, aunque también apreció elementos para desarrollar una investigación. Edurne Brouard, hija de la víctima, afirmó que llegarán «hasta las últimas consecuencias» para esclarecer los hechos y que no permitirán que les marquen la agenda.