EL MUNDO 26/04/14
· Advierte que el conflicto independentista no se solucionará con una fórmula ‘win-win’
El presidente de la Generalitat debe abandonar toda esperanza de conducir a Rajoy a una negociación. Es más, ni siquiera a un diálogo, si el objeto del mismo son las aspiraciones independentistas de una parte de los catalanes. No hay fórmula ni camino que valga, por mucho que Artur Mas, su Gobierno y sus aliados ideen propuestas, pidan cita o busquen apoyos en el exterior.
El Gobierno niega la mayor: no se trata de acomodar dos legalidades, sino, bien al contrario, se enfrenta una reclamación que no tiene cabida en el marco del Estado con la propia Constitución vigente, votada mayoritariamente por los mismos que hoy pretenden vulnerarla.
Éste es el análisis escueto que se hace en Presidencia de la estrategia de Mas quien, el jueves, apostó por alcanzar una solución al deseo secesionista catalán que satisfaga a ambas partes, que no señale a uno como vencedor y a otro como vencido. Una fórmula, en definitiva, que denominó «win-win», o lo que es lo mismo, los dos ganan.
Para el Ejecutivo es imposible. «La ley nunca puede perder», zanjó ayer Santamaría, ratificando la voluntad del presidente de cumplir y hacer cumplir la Constitución. Y ello aun cuando en La Moncloa perciban un cierto movimiento de Mas –«torpe», dicen– para intentar aliviar tensión.
Están alerta, pero hasta ahora lo que denota es confuso y no les permite sacar conclusiones. Ante la falta de claridad, en el Gobierno mantienen sin cambios su filosofía. «La Constitución es clara: la consulta es ilegal», remachan las fuentes siguiendo la estela de la vicepresidenta, que ayer recordó que el Congreso ratificó esta posición el 8 de abril al votar en contra de transferir a la Generalitat la competencia para celebrar un referéndum secesionista.
Santamaría insistió en que el Gobierno es de todos los españoles, incluidos los catalanes, y en virtud de ello explicó tanto su viaje como el de Rajoy a Barcelona para asistir a una reunión con editores y a un foro empresarial, respectivamente. En ninguno de los casos hubo contacto con las autoridades de la Generalitat, y Mas incluso afirmó que no se le había anunciado oficialmente la visita de Rajoy. Santamaría precisó que los miembros del Ejecutivo a quien deben anunciar su visita es a los delegados del Gobierno y, de paso, recordó que «hay vida y necesidades más allá del debate que plantea Mas».