Durante la presentación de su nuevo libro recopilatorio de artículos, reconoce haberse sentido «aislado» por algunas de sus posiciones en los últimos tiempos; por ejemplo, la de diferenciar claramente entre «la rebelión cívica de verdad, la que ha protagonizado el movimiento ciudadano del País Vasco contra ETA, de las ‘caceroladas’ contra el Gobierno de Zapatero».
Insiste Fernando Savater en que artículos que escribió hace un par de años servirían para mañana mismo, sin apenas necesidad de retoques, y por eso se ha decidido a recopilar una selección significativa de los que ha venido publicando en prensa desde la llegada al poder de Zapatero y a recogerlos en un nuevo libro, bajo el título de «Saliendo al paso». Editado por Espejo de Tinta y dotado de una coherencia interna que supera ampliamente la suma de «retales», el libro disecciona los acontecimientos más destacados de una legislatura convulsa y marcada por el «proceso» de negociación con ETA y por la deriva nacionalista. Así, lo que ayer dijo el filósofo en el acto de presentación del libro sobre la «consulta» de Ibarretxe entronca con lo que ya manifestó cuando el jefe del Gobierno vasco planteó el primer desafío al llevar su «plan» a las Cortes: que «no puede haber libre decisión de una población atemorizada a través del terror».
Con «Saliendo al paso» quiere además desmontar el trazo grueso del que ha sido víctima su propia figura «por no responder a los patrones maniqueos de unos y otros». Recordó que muchos de los ataques que ha sufrido en estos últimos tiempos surgieron «a raíz de la entrevista informal que mantuve con Zapatero», de la que se derivaron todo tipo de interpretaciones, pese a que el filósofo ha rechazado siempre cualquier tentación de negociación política con los terroristas. Al tiempo, ha sentido también que algunas de sus posiciones le han «aislado»; por ejemplo, la de diferenciar claramente entre «la «rebelión cívica» de verdad, la que ha venido protagonizando el movimiento ciudadano del País Vasco contra ETA, de las «caceroladas» contra el Gobierno de Zapatero». «No es lo mismo -abundó- manifestarse contra ETA en Sevilla, aunque sea respetable, por supuesto, que hacerlo en Guernica. En el País Vasco salir a la calle para defender las instituciones democráticas es un riesgo. A Fernando Buesa le mataron días después de participar en una movilización de «Basta Ya»». Sobre UPyD dijo que espera mucho de la entrada de Díez en las Cortes: «Hay escaños y escaños. Bandrés fue el único diputado de su partido y no pasó desapercibido».
ABC, 28/3/2008