EL MUNDO 31/11/13
· El presidente del Parlamento europeo asegura entre risas que no ha recibido presiones de Madrid contra el plan de Mas
Lo intentó todo el mundo y de todas las formas posibles, pero Martin Schulz traía la lección aprendida y nadie pudo apartarlo de la ortodoxia. El presidente del Parlamento europeo se pasó el día de ayer en Barcelona esquivando preguntas acerca del proyecto independentista de Artur Mas. Lo único que hizo fue repetir la doctrina oficial de Bruselas: se trata de un «asunto interno» de España y la UE no piensa abordarlo.
El alemán Schulz, que encabezará la candidatura del Partido Socialista europeo en las elecciones de mayo del próximo año, admitió que habló del proyecto soberanista en sus reuniones tanto con Mas como con el líder del PSC, Pere Navarro, pero no quiso pronunciarse en público.
«Diga lo que diga sobre esta cuestión la otra mitad del conflicto opinará que soy un hombre que está en contra de ellos. ¿Qué hago?», se preguntó en tono jocoso durante el primer acto de su jornada, una conferencia pronunciada en el Foro Nueva Economía.
Luego fue un poco más lejos, lo que le costó algunos problemas. «En Madrid me reclaman que les diga el mensaje que ellos quieren, y cuando digo que es un problema que se tiene que resolver dentro del propio país, entonces me dicen que estoy con los catalanes, y si digo lo mismo aquí me decís que estoy en vuestra contra. Como presidente europeo no tengo la solución», dijo.
Esa revelación despertó las suspicacias de algunos periodistas catalanes que, en un acto posterior, en la sede del PSC, se interesaron acerca de qué coacciones del Gobierno central había recibido. «¿Presiones de Madrid? Jajajajaja», se carcajeó, para añadir luego con sorna: «Soy difícil de presionar, sólo consigue hacerlo mi mujer».
Dijo poco más acerca del asunto. En realidad, el mensaje del Parlamento Europeo es el de siempre. «Es un problema que debéis resolver con vuestro país, no en Europa», afirmó Schulz. Y posteriormente insistió: «Sobre este problema no puedo ofrecer ninguna respuesta para hallar una solución. No es una respuesta satisfactoria para mucha gente pero es la realidad».
De hecho, subrayó que las elecciones europeas de mayo en Cataluña no deberían centrarse en el proyecto independentista de Mas, porque están en juego «otras cuestiones importantes». El presidente del Parlamento europeo defendió por ejemplo «instaurar la unión bancaria en la UE» para «no tener que salvar nunca más con dinero público de los ciudadanos a bancos que han especulado», y también para acabar con el problema de la falta de crédito.
El Gobierno central podría echar de menos en las palabras de Schulz un posicionamiento más claro del Europarlamento contra las aspiraciones independentistas de CiU. Pero la Generalitat también tiene motivos de preocupación, porque su falta de entusiasmo con ese asunto confirma lo que los dirigentes convergentes admiten ya en privado: que, contra lo que repitieron incansablemente durante la última campaña de las autonómicas, en Europa «nadie espera con los brazos abiertos» un Estado catalán.
El Gobierno catalán lleva semanas hablando de las elecciones europeas como «una oportunidad única» para la puesta de largo internacional del plan soberanista. Convergència pretende convencer a ERC de presentar una lista conjunta en esas elecciones, pero las sospechas de que en realidad busca enmascarar el posible sorpasso republicano y las dudas tanto de Oriol Junqueras como de sus socios de Unió arrojan muchas incógnitas sobre esa maniobra.
Schulz sí hizo una concesión a la cultura catalana. Librero de profesión, el presidente del Parlamento europeo se explayó en su conocimiento de los escritores catalanes, entre los que citó a Josep Pla y a Jaume Cabré, a los que dijo admirar. «Intento entender la historia, la cultura y la lengua de vuestro país», afirmó.
A su lado, Pere Navarro sonreía y se preparaba para ser bastante más duro con el proyecto de CiU que su correligionario alemán. La escenografía del encuentro, con carteles en los que se podía leer el lema Para continuar en Europa, ya evidenciaba que el líder de los socialistas catalanes tenía ganas de alertar sobre las consecuencias del plan independentista de Mas.
«No permitiremos que Cataluña salga de la UE. Los socialistas somos la garantía de que Cataluña continuará en este grupo de progreso», dijo cuando le tocó intervenir. Navarro también insistió en que, de consumarse la segregación, «los tratados dicen que Cataluña saldría de la UE, y queremos que en las elecciones europeas se diga la verdad».
El presidente del Parlamento europeo cerró su jornada barcelonesa con dos actos por la tarde. En el primero, un encuentro con representantes de la Mesa del Tercer Sector –que aglutina a diversas entidades sociales–, se mostró contrario a las políticas de austeridad que han guiado la acción económica europea en los últimos años.
En el último, una conferencia para presentar su libro Europa: la última oportunidad (RBA), afirmó que luchará por una UE más fuerte e integrada y no por una «Europa germanizada».
«Creo que estamos ante un reto inmenso. O reformamos la Unión, o probablemente veremos que la gente le da la espalda», aseguró tras recordar que las décadas más prósperas democráticamente y económicamente para el continente han sido la últimas.
Cargó también en un último mensaje contra los partidos que tratan de explotar el euroescepticismo, pero lo hizo con unas palabras que podrían sonar a crítica a CiU después de todo un día de regates: «La integración europea es mejor que el nacionalismo. El nacionalismo nunca ha logrado nada bueno».
C’s deja la Ley de Consultas
El grupo de Ciutadans en el Parlament anunció ayer que abandona la ponencia de la Ley de consultas por vía distinta a un referéndum para no ser «cómplice» de los que quieren la independencia de Cataluña. «Ciutadans ha abandonado la ponencia de la ley de consultas porque no quiere ser cómplice de una coartada política para saltarse la Constitución y el ‘Estatut’ y separar Cataluña del resto de España y de la Unión Europea», declaró la diputada Carina Mejías en rueda de prensa. Según el partido, permanecer en la ponencia sería «absurdo» porque «mientras nos entretienen, deciden al margen el cómo y el cuándo de la consulta ilegal». La diputada de Ciutadans también lamentó que «el Govern destine dinero de todos los catalanes a los instrumentos necesarios para convocar una consulta ilegal al servicio del proyecto separatista para separar Cataluña del resto de España», informa Europa Press.