A veces las letras se encuentran en cualquier sitio, como en Paris, en la exposición «En pie de foto» de la Fundación M. A. Blanco. A veces las palabras las escribe cualquier persona, como Jose Saramago, en dicha exposición. Y a veces las frases aparecen en cualquier página de cualquier periódico, como el Diario Vasco, el 4-6-04, y de cualquier Fundación como en la vuestra ayer. Gracias a todos. Cuando se leen producen tal convulsión, que se convierten en cualquier melodía, con dos pretensiones catárquicas: Comprender y contagiar el sufrimiento de O. Lara y Sacudirnos el miedo y el terror con el que quieren inmovilizarnos. Os mando el texto «Se llama Ortega Lara» transformado en versos y música.
SE LLAMA ORTEGA LARA
Esta sombra
que penosamente se arrastra
es un desenterrado.
Se llama Ortega Lara.Sus ojos han visto
el único infierno
que en realidad existe:
el de la infinita crueldad humana.Los vivos que le rodean
casi no osan tocarle
por miedo a que se rompa.
Ya es un hombre roto.Puede que se pase
el resto de la vida recogiendo
los trozos dispersos
de su espíritu ofendido
y tal vez le falte para siempre
uno de ellos: la loca esperanza
que persiste en hacernos creer
que un día ningún Ortega Lara
volverá a ser enterrado porque
los enemigos de la humanidad,
todos ellos, se habrán quitado
de encima la capa de basura moral
que se ha convertido en su segunda piel.Quizá entonces
se descubrirían limpios
ellos mismos y
podríamos vivir en paz.
Letra: José Saramago, Música: Gabriel González, Recital: «Luz de lágrimas»
G.G. 8/6/2004