ISABEL SAN SEBASTIÁN-ABC
- Con el 14,3 de los sufragios emitidos en 2019 y la complicidad de un PSOE entregado a sus desmanes, Podemos legisla a su antojo
En el reparto de atributos dispensado a los gobernantes patrios, los españoles han sido agraciados con el sectarismo y la ineptitud como características dominantes. Nuestro Consejo de Ministros se compone de personajes (y ‘personajas’) mediocres, cuando no completamente incapaces, soberbios, de escasa formación académica, pobre o nula experiencia de gestión, exceso de ego y carencia de escrúpulos. Legislan como aprendices de brujo, poniendo en juego nuestro futuro y el de nuestros hijos, a sabiendas de tener blindada la nómina a fin de mes. Toman decisiones inspiradas en sus prejuicios, sin pensar en las consecuencias, porque les ciega el dogmatismo característico de los adeptos. Desprecian la Ley y la más elemental técnica jurídica con la misma alegría irresponsable con que veneran las consignas huecas del populismo que los encumbró. Son peligrosos, dañinos, una fuente inagotable de miseria e inseguridad.
Los ejemplos son tantos que sobrepasan el espacio de esta columna. El último, esa modificación del Código Penal firmada por Belarra, que castiga con diez y ocho meses de prisión el matar a escobazos a una rata o exige superar un cursillo para tener un perro en casa. ¿Superan ellos alguna prueba para ocupar un despacho desde el cual pueden amargarnos la existencia con sus ocurrencias? Se me dirá que son elegidos en las urnas, pero no es verdad. En España los ciudadanos no votamos a personas, sino a listas de partido cerradas a cal y canto por aparatos todopoderosos. Si a ese factor añadimos las mentiras empleadas con total normalidad durante las campañas y los incumplimientos sistemáticos aceptados como parte de un juego democrático cada vez más pervertido, llegamos a la conclusión de que estamos indefensos ante una banda de secuaces de la extrema izquierda ‘woke’ que nos impusieron sin mediar ni elección ni consentimiento.
Con el 14,3 de los sufragios emitidos en diciembre de 2019 y la complicidad de un PSOE entregado a sus desmanes, Podemos legisla a su antojo cuestiones que afectan de lleno a nuestras vidas y haciendas, excarcela prematuramente a violadores de mujeres y niños, cuestiona nuestro modelo de Estado, empezando por la figura del Rey, discute la unidad nacional consagrada en la Constitución, respalda a toda clase de movimientos separatistas, sin hacer ascos a los que acumulan centenares de asesinatos en su historial sanguinario, arremete contra la propiedad privada y la libertad de empresa, apoya la ‘okupación’ impune de viviendas y ha convertido la Universidad en su coto de caza de prosélitos. Claro que su socio de Gobierno no se queda atrás. Los indultos a golpistas, los favores a etarras, la eliminación de la sedición, el asalto al Constitucional o el escándalo de los trenes que no caben en los túneles son méritos socialistas. Como la manipulación escandalosa de RTVE, que solo tiene ojos para la manifestación contra Ayuso.