El golpista Rull elegido president
Superada la celebración que no pudo ser, Pedro Sánchez vuelve a encontrarse con sus problemas en el mismo punto donde los había dejado: en su relación con el golpismo catalán, exactamente al día siguiente de las europeas. Esquerra Republicana y Junts acordaban en la Mesa de edad desobedecer al Tribunal Constitucional en su prohibición de que votaran los prófugos Carles Puigdemont y Lluís Puig. Illa no sabe cómo ha sido, pero ayer se eligió presidente del Parlament a un delincuente. El Fiscal general el Estado confiesa haber perpetrado un delito de revelación de secretos al ordenar la difusión de datos de un particular, el novio de Ayuso y no dimite.
En el camino, Pedro Sánchez ha perdido, ma non troppo, a su coligada Yolanda Díaz, víctima de su descalabro electoral. Se va, pero se queda en la parte más mollar de su alianza, que es la Vicepresidencia segunda del Gobierno.
Tezanos no acertó ni una: nueve puntos de error entre el ganador y el segundo clasificado. Hizo nueve predicciones, equivocándose en todas. Eso solo lo mejoraría Charlie Brown: “Hoy he tomado 600 decisiones y todas estaban mal”.
Sus portavoces del Gobierno han sido sancionadas por la Junta Electoral Central debido a su manía de confundir las ruedas de prensa de los Consejos de Ministros con la tribuna de un mitin socialista, violando el artículo 153.1 de la LOREG: Isabel Rodríguez y Pilar Alegría, que volvió a ser sancionada por idéntica razón. Ésta comparte además con Bego la insuficiente titulación: Bego llegó a catedrática sin ser licenciada y la responsable mayor de las enseñanzas españolas es ministra de Educación sin haber llegado culminar ninguna carrera universitaria.
Armengol comparece por el caso de las mascarillas y acusa a los interpelantes de propagar bulos y expandir fango. La tercera autoridad del Estado fue llamada a declarar en la comisión del Senado y aprovechó el viaje para pedir el voto contra el PP.
El sanchismo hizo una aportación notable en el final de la campaña: pulseritas con la leyenda ‘Free Bego’, que venía a demostrar una precipitación inculpatoria que aún no había mostrado el juez Peinado. ¿A qué viene la reivindicación ‘Bego Libre’, vamos a ver? La mujer del presidente no ha sido todavía detenida y no está, que sepamos, procesada. Se trata, en todo caso, de una reclamación precautoria: por si acaso. Lo que quiere reivindicar, en realidad, es Bego impune.
Este fin de semana volvía a circular un video que explica por sí solo la razón de que Pedro Sánchez tenga recluida en el silencio a su Begoña. La mudita de la Moncloa grabó hace algún tiempo en el que alentaba a educar gastronómicamente a la peña con una nueva ‘prespectiva’. Se trataba de elegir entre “mi restaurante lo que hace es educar en comida sana a mis clientes (aquí se lió un poco) a través de productos ecológicos de proximidad, que es algo radicalmente diferente a decir: “doy comidas”.
La guinda la puso el Felón de La Moncloa en el mitin de cierre de campaña en Fuenlabrada, al que asistió enfundado en una camiseta que decía: ‘Somos zurdas’. ¿Un prodigio más del lenguaje inclusivo? Qué va. Era solo una falta de ortografía, una más. Debería decir: ‘Somos zahúrdas’.