EL PAÍS 01/07/13
El 60 % de los vascos encuestados en el Euskobarómetro entienden que los movimientos que vienen dando ETA y la izquierda abertzale son «insuficientes» hasta el punto de que crece el sentimiento de cuestionar la sinceridad de la apuesta política que este sector ha realizado. Las reticencias han aumentado de manera considerable en los últimos meses hasta el punto de consignarse un crecimiento de seis puntos (41%) de quienes desconfían de la sinceridad de la predisposición de ETA y su entorno social y político de poner fin a la violencia. Además, ha bajado nueve puntos la confianza en las intenciones, que ahora quedan en el 39%.
Según los resultados de este sondeo, realizado entre los días 7 y 27 de mayo entre 1.200 personas, los vascos tienen muy claro cuál debe ser el trazado del final del terrorismo en Euskadi. Así, se deduce un importante consenso que apunta hacia la firmeza y la generosidad para la reconciliación. En números, más de las tres cuartes partes de los encuestados (el 79%) entiende que «se debe hacer justicia con las víctimas de ambos bandos», aunque en similar proporción (77 %) se declaran partidarios de que «para un buen final del ciclo de la violencia en el país Vasco no debe de haber ni vencedores ni vencidos». Eso sí, un 76% exige que «ETA y sus activistas deben reconocer el error de su historia de violencia y arrepentirse de su pasado».
El 76% de los encuestados exige que los terroristas reconozcan el error de la violencia
Dentro del capítulo dedicado por el Euskobarómetro al papel de ETA, se deduce, a juicio de un 67%, que la banda terrorista «debe clarar la autoría de los más de 300 atentados que están pendientes de juicio». A su vez, se mantiene el apoyo casi unánime a una eventual negociación Gobierno-ETA (85%), aunque se refuerza la idea de que quede supeditada a la entrega previa de las armas (45 %), mientras un 40% entienden que debe ser incondicional.
Mientras, la división de los vascos se constata en cuanto a la petición de perdón y a la reinserción de los presos por delitos de terrorismo. Menos de dos de cada cinco vascos (38%) cree que todos los terroristas que se arrepientan y aseguran su compromiso de abandonar las armas deben beneficiarse de las medidas de reinserción.
Esta radiografía se produce en un contexto político donde los vascos encuestados muestran un abierto pesimismo, al que contribuye también el progresivo deterioro de la situación económica. La desafección política va tomando cuerpo por un reconocido malestar hacia el funcionamiento de la democracia. A este sentimiento contribuye, según el sondeo, el clima de tensión y crispación social en medio de las noticias sobre la corrupción generalizada.
Es muy posible que este ambiente poco propicio haya influido en el supuesto otorgado al Gobierno vasco, que lidera Iñigo Urkullu. Su calificación es de un 4,6, ocho décimas por encima de la nota que alcanzó el Ejecutivo de Patxi López. Eso sí, un 55,4% aprueba la gestión, mientras un 39,9% lo rechaza. Con todo, una mayoría de dos de cada tres vascos (66%) cree que el Gobierno nacionalista «está haciendo poco o nada» para afrontar la situación de la crisis económica, que es la primera preocupación social. No obstante, Iñigo Urkullu con un 4,5 es el único de los políticos vascos que se acerca al aprobado aunque ha bajado cuatro décimas. Joseba Egibar (PNV) y Hasier Arraiz, presidente de Sortu, comparten el segundo puesto.
Como es habitual en esta muestra sociológica, hay conclusiones sobre las preferencias de los vascos en cuestión de organización territorial. Así, un 39% votaría sí a la independencia, aunque la adhesión bajaría hasta el 31% en el supuesto de que esta medida supusiera la salida de la Unión Europea. Un 58 % está favor de la convocatoria de un referéndum sobre independencia, frente a un 27 % que se declara en contra.