Rosa Belmonte, DIARIO VASCO, 9/6/11
Recordar a Jorge Semprún también es recordar esa época en que los ministros españoles eran alguien. Semprún, ministro de Cultura con Felipe González, fue protagonista con asiento de platea en la gran Historia del siglo XX. Ignoro si es uno de los más de 52.000 supervivientes entrevistados por Steven Spielberg. Uno de esos testigos de cargo de los campos de exterminio nazis cuyo testimonio recogió el director en 200.000 horas de vídeo (ahora, en el Museo del Holocausto de Jerusalén). Da igual, porque él, como Primo Levi pero con menos pesimismo, ha sido, por sus propios medios, transmisor de los horrores y también de las chapuzas ideológicas e ismos del siglo pasado. En 2010 recordó que su patria era el lenguaje, ni el francés ni el español («la necesidad de comunicación que está en nuestra naturaleza humana»). Su patria sería el lenguaje pero Semprún también era Europa. Esa Europa que hoy asocio a un señor con pajarita y pepino en mano.
Rosa Belmonte, DIARIO VASCO, 9/6/11