Lourdes Pérez, ABC, 9/3/12
Imagino el sentimiento de bastantes catalanes tras la última sentencia del TSJC: sentirse como extraterrestres en su propia tierra. Pues el TSJC les dice, en la práctica, que, si desean que sus hijos tengan como lengua vehicular de enseñanza el castellano, lo soliciten a la Consejería de Educación y, además, lo hagan con un abogado, pues el mismo TSJC les dice también que ellos no van a tocar ni cuestionar el sistema de inmersión lingüística de la Generalitat, sistema que elimina completamente el castellano como lengua vehicular. Por lo que es fácil imaginar lo que pasará con esas solicitudes individuales en las escuelas correspondientes.
¿Pero no decían el Tribunal Constitucional, el Supremo y nuestras leyes que el castellano es lengua vehicular de la misma manera que el catalán y que los ciudadanos catalanes tienen derecho a tener una enseñanza en esa lengua vehicular? Pues sí, pero es usted un extraterrestre por creérselo.
Artur Mas, feliz con la sentencia, ha dicho «Estamos donde estábamos y no nos moverán de aquí». Y no puede ser más cierto. El TSJC no ha osado moverlos «de aquí». Y quien se mueva, como esos pobres padres que han exigido el castellano como lengua vehicular, o los que estén pensando en hacerlo, es que son unos extraterrestres. Son incapaces de comprender, somos incapaces de comprender, que en Cataluña no se atreve ni el TSJC a mover al poder catalán de la ignorancia de la ley.
Lourdes Pérez, ABC, 9/3/12