Serrat

JUAN CARLOS GIRAUTA-ABC

  • Me ha dado demasiadas cosas buenas como para criticarle, y me las seguirá dando

La verdad es que me ha impresionado la retirada de Serrat, cuando en realidad lo impresionante es que todavía siguiera subiéndose a los escenarios. Pero es que siempre ha estado ahí. En mi caso, más que como banda sonora de mi vida, según el topicazo que denunció aquí mi amigo Sostres. En todo caso, fue solo banda sonora, música de fondo, hasta mis dieciocho años, un verano en Salou, cuando por primera vez me dio por cantar, actividad a la que me dedicaría de forma prioritaria entre el 83 y el 86. No funcionó, pero que me quiten lo bailao.

Me había conformado desde los doce con sacar canciones de oído a la guitarra. Mi oído tiene limitaciones, pero las sigo superando. Raro es el día que no halle algún detalle nuevo que se me había escapado, lo que me provoca un especial regocijo si el tema es de Serrat. No me interesa todo lo suyo; su absoluta superioridad sobre cualquier cantautor llega hasta el disco ‘Tal com raja’, que debió de editarse en el 81. Teniendo en cuenta que había empezado en el 65, son más de quince años y en torno a un centenar de canciones extraordinarias. Cuando se llevaba lo de tocar la guitarra en las reuniones de amigos, yo era muy consciente del inmenso poder de aquellos temas, con los que resultaba bastante fácil emocionar al público y encandilar a alguna muchacha. Al fin y al cabo, considero esta última la principal finalidad de cualquier canción. Contaba con la ventaja de no imitar a Serrat, de no forzar su vibrato característico, como hace casi todo el mundo, porque me salía con naturalidad y, además, porque tenía la misma tesitura de barítono que el gran maestro. Por razones de edad, la suya se ha reducido más. Es normal que bajara varios tonos muchas de sus canciones en la gira de despedida. También lo hace Elton John. O que las ralentizara levemente para respirar mejor.

La primer canción que saqué y canté en mi vida fue ‘Ciudadano’, no sé si debo interpretarlo como una señal. La famosa banda sonora anterior es… mi madre en el 66 escuchando conmovida ‘Una guitarra’ en el tocadiscos del salón de casa. Un verano, siendo muy niño, fui con toda la familia a ver al joven Serrat. Creo que era en Argentona, a tiro de piedra de San Juan de Vilasar, luego Vilassar de Mar, donde veraneábamos. Asistí en los setenta a un montón de conciertos suyos; me parecía un semidiós. Me recuerdo en la facultad de Derecho emocionándome hasta las lágrimas mientras guardaba cola en secretaría pensando en un tema suyo que acababa de descubrir: ‘Por las paredes’ (mil años hace), una historia de Cataluña en castellano. No me interesan las frases que intercala Serrat, ni su identificación con el PSC, ni me importa que Sánchez trate de contagiarse de algo de su popularidad. Serrat me ha dado demasiadas cosas buenas como para criticarle, y me las seguirá dando. Ahora me voy a investigar ese si menor que colocó inesperadamente en un tema del último concierto.