ABC – 18/12/15 – ENTREVISTA ALBERT RIVERA
· Tras tres meses de crecimiento, el partido ve cómo la campaña electoral ha sentado mejor a Podemos. Sus planes pasan por una participación excepcional.
«No podríamos llegar nunca a un acuerdo con Podemos porque es un partido al que le vale todo. No creo que se pueda gobernar con los que quieren romper España»
«Nosotros no nos lo planteamos porque no creemos que sea una cuestión solo de personas. El problema es cómo esos partidos han entendido España»
Todo en la vida de Albert Rivera discurre a velocidad de vértigo, en armonía con su gestualidad corporal, nerviosa, Ciudadanos, la máquina política que gobierna con indiscutido liderazgo afronta con nervios las horas decisivas de un año de vértigo. Las expectativas electorales del partido se dispararon en la precampaña y Rivera puso el tiro en desbordar al bipartidismo. A 48 horas de lo que él llama el día más importante de España en 35 años, las previsiones no son ya tan optimistas. Insiste el candidato en que sólo entiende esta carrera pensando en la victoria, pero a la vez que se niega a considerar un fracaso que finalmente no superasen el cuarto puesto que ya lograron en las elecciones autonómicas. Su hoja de ruta es ya distinta a la que exhibió entonces, y asegura que no veremos una negociación con condiciones para investir a un presidente que no sea él. Una contundencia que torna en mayores dosis de pragmatismo cuando asume que muchas de las reformas que ha propuesto su partido tienen difícil desarrollo por la falta de consenso.
P—Ninguna de las últimas encuestas les coloca en una posición para ganar las elecciones ¿Le preocupa defraudar las expectativas?
R—Yo siempre he salido a ganar. No he sabido gestionarlo de otra manera. No se puede salir a unas elecciones sin pensar en ganar. Yo lo que aspiro es a que esa distancia que hay se recorte. Tengo clarísimo que si participa menos de un 80% va a ser muy difícil. Por eso estamos trabajando para hacer participar a la gente joven y a los abstencionistas.
P—Hace unas semanas parecía asumido que quedaban por delante de Podemos. Ahora ya no es así. ¿Sería un fracaso quedar por detrás?
R—Yo tengo cero escaños y Podemos también. Nosotros medimos el fracaso y el éxito por cómo nos comportamos en campaña. Para mí es un éxito que Ciudadanos pueda aspirar a ganar las elecciones. Yo no he hecho coaliciones con Bildu. Yo no he sumado con plataformas independentistas y yo nunca voy a romper España. No vale todo. Y yo ya he dicho que no podríamos llegar nunca a un acuerdo con Podemos de gobierno porque es un partido al que le vale todo. Y es verdad que Podemos en el momento que suma con toda esa amalgama de partidos es verdad que se le suman muchos votos. No se si en el corto plazo le interesa, pero en el largo, yo no creo que se pueda gobernar España con los que quieren romper España.
P—Y si quedan segundos, ¿sigue pensando en intentar gobernar?
R—Yo voy a intentar quedar primero e intentar formar gobierno. Y si no hay mayorías que podamos llevar a cabo pues ir a la oposición. Estoy convencido que llegados a este punto el bipartidismo no representa a una parte muy importante de españoles. El futuro de España no pasa por ahí. Creo y quiero que el 20-D es la oportunidad de decir basta. Pero soy consciente de que si eso no pasa habrá que esperar. No podemos plegarnos a que el bipartidismo siga haciendo de las suyas y mucho menos con los votos de Ciudadanos.
P—¿Ha pensado alguna vez que para Ciudadanos lo mejor sería no gobernar todavía?
R—No. España no puede esperar más. Tenemos gente con experiencia en el ámbito profesional y grupos de expertos que pueden llevar a cabo ese Gobierno. Sí, con poca experiencia en un Gobierno, pero como cuando empiezan todos a gobernar. Ahora bien, yo ya lo he dicho. Yo podría hacer como Podemos o como han hecho el PSOE y el PP muchas veces. Pactar con unos y con otros, hacer cualquier cosa para gobernar. Y yo no creo en eso. Si se puede gobernar hay que intentarlo, y si no se puede se está en la oposición, pero no gobernar a cualquier precio.
P—¿Veremos una negociación con condiciones como en las autonómicas?
R—No. Nosotros nos hemos planteado que ya basta. Que ya hemos llegado hasta aquí, que no queremos pedir cambios a partidos que no creen en ellos. Que no confiamos en Rajoy y Sánchez para ese proyecto de continuismo. España necesita un punto de inflexión, y no va a pasar página hasta que nosotros no podamos llegar a un Gobierno. No creo que Rajoy vaya a pasar página, también de manera coherente porque él dice que todo va bien, y no creo que Sánchez sea capaz de verdad de tener ese diálogo y ese consenso necesario. Veo mucho sectarismo todavía en decir que la culpa de todo es del PP.
P—¿Y por qué en autonómicas sí y ahora no?
R—En autonómicas nosotros jugamos un papel muchas veces muy secundario y además es verdad que confiando y recién llegados a muchos municipios. Y a veces también es verdad que con proyectos de Gobierno nuevos o de nuevas perspectivas. En La Rioja hay un nuevo presidente, en Madrid hay una nueva presidenta. Pero ahora estamos en un formato en el que hay mucho continuismo. Yo no veo al PP y al PSOE enmendando nada. Y ahora creo que el papel será distinto. Hemos tomado una decisión como partido. No queremos pedir cambios, queremos hacerlos. Confiar a Rajoy y a Sánchez los cambios que no han hecho en 30 años nos parece muy complicado.
P—¿Sería distinto sin Sánchez o Rajoy?
R—Eso es una decisión de sus partidos.
P—¿Mantiene que no pedirá sus cabezas?
R—No nos planteamos eso.
P—¿Y si lo plantean ellos para facilitar el acuerdo?
R—Nosotros no nos lo planteamos porque no creemos que sea una cuestión solo de personas. El problema es cómo esos partidos han entendido España.
P—¿Son lo mismo Sánchez y Rajoy?
R—Yo no juzgo a Rajoy por su edad. Les juzgo por su forma de entender la política. Y con Sánchez yo soy crítico no tanto porque tenga un proyecto obsoleto sino porque tiene uno en cada sitio. El PP tiene un proyecto que se agota y Sánchez tiene uno que es distinto según donde hables con él.
P—¿Qué papel debe tener el Rey en la nueva etapa que usted demanda?
R— Reitero que Felipe VI ha hecho más por la relación con Cataluña de lo que ha hecho a veces el Gobierno de España. Representa el símbolo de esa nueva etapa política. Yo considero que Felipe VI tiene que ser un aliado de la regeneración de España. Tiene que ser una persona que incluso moralmente lidere eso.
P—¿A qué medidas?
R—Yo soy consciente de que muchas de mis posiciones no pueden ser maximalistas, pero lo que sí que quiero es que se abran esos debates. Lo que si que quiero es que podamos debatir sin complejos si queremos o no queremos un Senado, si queremos o no queremos diputaciones, si queremos o no queremos una nueva ley electoral.
P—¿Pero cuáles serán las prioridades?
R—Yo no sería capaz, por responsabilidad, hablar de esto sí o sí se toca. Pero sí que creo que el tema de aclarar competencias o reformar algunas instituciones, creo que España tiene una burbuja política que nadie se ha atrevido a tocar. Y creo que en ese campo, sobretodo diputaciones, Senado, es donde podemos trabajar.
P—En ese debate, ¿cierra la puerta a la recentralización?
R—Se puede hablar de todo, igual hay algún partido que lo plantea. No es nuestro caso, yo sinceramente creo que es más de una cuestión de aclarar competencias y de que los mecanismos de coordinación funcionen.