Santiago González, EL MUNDO, 12/5/12
El indómito concejal popular de Elorrio Carlos García ha modulado su posición previa al Congreso de su partido que tendría que haber comenzado ayer en Bilbao, con la discusión de las enmiendas a la ponencia, pero el aparato estuvo muy atento y antes del comienzo previsto ya había negociado una por una todas las enmiendas. Como esa era la tarea que tenían fijada para ayer los delegados, han podido aplazar a hoy el comienzo por carecer de tajo.
El concejal García había presentado dos enmiendas a la ponencia del PP vasco, para incluir, una de ellas un rechazo expreso al programa de reinserción de presos del ministro del Interior y pedir la ilegalización de Amaiur la otra. Al final la cosa desaguó apaciblemente por la vía del consenso sin causar mayores estropicios en el mobiliario. El enmendante aceptó sustituirlas por una enmienda transaccional en la que se dice: «Habrá que contar con la opinión de las víctimas de ETA sobre el tratamiento penitenciario tal y como hace el gobierno de Mariano Rajoy y que será reflejado en el Estatuto de la Víctima».
Para este viaje no hacía falta que lleváramos fiambrera. No se entiende el imperativo «habrá que contar con la opinión de las víctimas…» para precisar que habrá que hacerlo tal y como ya lo hace el Gobierno. Si ya se está haciendo, no hay necesidad alguna de establecer la tarea con tanta solemnidad. De cara a mejorar la relación de los populares con las víctimas, tampoco se ven mayores ventajas: si las víctimas del terrorismo están satisfechas, es superfluo. Si tuvieran quejas por la actuación del Gobierno, ese «tal y como ya lo hace» es una cláusula que alimentará la desconfianza.
«El congreso será un paseo triunfal para Basagoiti, que saldrá elegido al borde de la unanimidad»
El concejal debió medir mejor sus fuerzas al plantear sus propuestas. El presidente de su partido acaba de romper el acuerdo de Gobierno que mantenía con el lehendakari Patxi López, cuando éste decidió hacer un gesto inamistoso hacia los recortes de Mariano Rajoy en Educación y Sanidad, mediante la presentación de un recurso de inconstitucionalino. Eso era lo que Basagoiti había señalado como el límite: pasar de las palabras a los hechos. La propuesta para rechazar la política del Gobierno en materia penitenciaria estaba en el terreno de las palabras, pero no podía salir adelante. Tampoco era cosa de provocar una crisis de ansiedad en el lehandakari, a ver por qué iba a ser él el único a quien no le dejan descalificar la política de Rajoy.
Antonio Basagoiti ha hecho una buena gestión como muñidor del pacto de Gobierno con el PSE, hasta que se ha demostrado que el par Eguiguren-Elorza llevaba la voz cantante y el acuerdo era insostenible para los dos socios. El congreso será un paseo triunfal para él, que saldrá elegido al borde de la unanimidad, con esas mayorías que todos los partidos desean para sus direcciones, pero que pasan a ser búlgaras cuando las obtiene la competencia. La única oposición que va a tener el presidente de los populares vascos será extracongresual: la de los concejales y ex concejales de su partido que se van a manifestar el 9 de junio con una de las asociaciones de víctimas. Pero eso será en Madrid, muy lejos del río y del plácido congreso de los populares vascos.
Santiago González, EL MUNDO, 12/5/12