TONIA ETXARRI-EL CORREO

Un alto en el descanso estival. Reapareció ayer Pedro Sánchez en Lanzarote en medio de un clima político inflamado por la subida incontenida de la tarifa de la luz que ha roto el mercado y que hoy jueves registrará su cuarto récord consecutivo, para contrarrestar la imagen de que el Gobierno está de ‘apagón’ vacacional. Con la biblioteca del homenajeado escritor José Saramago como fondo de pantalla, y con la buena noticia de la aprobación del primer ensayo clínico de una vacuna española, diez minutos de comparecencia le bastaron para eludir los problemas del país, que no son pocos. El temario estaba tan lleno como el buzón de voz del teléfono de Leo Messi estos días. No solo el ‘tarifazo’ de la luz. También las dificultades de tantos hosteleros con tantas restricciones de horarios y aforo en la quinta ola del Covid.

Las perlas que va dejando la ‘ley Celaá’ en el plan educativo, las exigencias independentistas de Cataluña o el lastre que arrastramos en Euskadi con la pretensión de Otegi de aprovechar la senda catalana para impulsar un Estatuto vasco soberanista.

Pero no hubo preguntas. Aló, presidente. La fórmula tan cómoda y tan criticada en otros tiempos por quienes ahora la practican. Ni un gesto con los millones de familias que se están viendo afectadas por la tarifas eléctricas más caras de toda Europa.

Nada que decir. Quizás pensó que era mejor el silencio que la metedura de pata de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que había optado por echar la culpa a los gobiernos de la derecha (Aznar y Rajoy, y se olvidó de mencionar a Suárez, ya puestos…) del incremento descontrolado de las tarifas eléctricas. Se olvidó también de mencionar a Zapatero (que gobernó entre Aznar y Rajoy), pero qué importa. Sánchez lleva ya tres años gobernando, pero la culpa de todos los errores de este Ejecutivo la tiene el anterior. Desde el PP, Casado critica que el presidente rechace su propuesta de aprobar una ley para que los consumidores paguen solo por la energía consumida. Pero Sánchez tendría que volver a nacer para llegar a un acuerdo con el centroderecha.

Sus socios de Gobierno están en bucle. Con lo fácil que lo tenían cuando eran oposición y prometían que se iban a sentar frente a frente con los directivos de las compañías eléctricas para obligarles a bajar la tarifa. Ahora, desde el Gobierno, a Podemos no se le ocurre mejor idea que la de nacionalizar las eléctricas, abriendo otro frente en el Ejecutivo al amenazar con salir a la calle para protestar contra los oligopolios. A ver si capitalizan el descontento y compensan su pérdida de fuerza electoral.

Ayer Pedro Sánchez apareció, se colgó otra medalla y se fue mutis por el foro. Dejando todos los problemas de los ciudadanos en el rincón del silencio. Necesitamos respuestas. Tenemos la electricidad más cara de los países de nuestro entorno. ¿Por qué? Prudencia ante la ola de calor. Vivan las vacunas y viva Saramago.