Sin tregua contra el yihadismo

ABC 01/04/15
EDITORIAL

· La fisonomía del terrorismo yihadista no es uniforme, y por eso resulta esencial la actividad de los servicios de información de la Guardia Civil y de la Policía

LA radicalización de jóvenes musulmanes no es sólo responsabilidad de clérigos extremistas o de redes organizadas, sino que también se produce en el ámbito familiar de los candidatos a terroristas. Este es el hecho acreditado tras la operación de la Guardia Civil en Badalona, donde fueron detenidos los padres musulmanes de una pareja de gemelos, menores de edad, que iban a trasladarse de forma inmediata a Siria para ingresar en el Estado Islámico y combatir a las tropas del presidente Bashar al-Asad. Lo terrible del caso es que esta familia ya perdió un hijo el pasado año, tras militar en una organización terrorista marroquí vinculada a Al Qaida. El fallecimiento de este joven era un modelo para sus hermanos gemelos.

La fisonomía del terrorismo yihadista no es uniforme, y por eso resulta esencial la actividad de los servicios de información de la Guardia Civil y de la Policía. A lo largo de 2015 se han practicado cuatro operaciones contra el terrorismo islamista en Ávila, Gerona, Ciudad Real y Badalona. La amenaza yihadista es más compleja que otros fenómenos terroristas, que suelen estar más localizados geográfica y socialmente. La eficacia policial está siendo extraordinaria, aunque al mismo tiempo revela la gravedad del problema que representa el terrorismo islamista para la seguridad interna de España. La persecución policial es percibida por estas organizaciones como una agresión, lo que exige aumentar los niveles de control sobre los sospechosos. Además, los terroristas exportados que sobreviven a su entrenamiento criminal vuelven a Europa con la instrucción de cometer atentados en sus países de origen. Es a todas luces una guerra antiterrorista a largo plazo, y para ganarla los estados deben estar dispuestos a utilizar todos los medios a su alcance.

Entre esos medios destaca el sistema penal, que en España se ha visto reforzado con la reforma del Código Penal que recoge el pacto entre PP y PSOE sobre terrorismo. La ley que lo aprueba se publicó ayer en el Boletín Oficial del Estado y entrará en vigor el 1 de julio próximo. Esta reforma va a permitir más eficacia policial y judicial en la persecución de conductas que no estaban bien definidas actualmente o que se habían visto superadas por la realidad terrorista. La nueva norma facilita, entre otras medidas, la persecución de quienes se radicalicen en la red, intoxiquen a otros para el terrorismo o actúen como «lobos solitarios». No será la última reforma que habrá que aprobar en la legislación penal, porque desde el momento en que los captadores de terroristas son los propios padres, la degradación humana que provoca el fanatismo religioso no tiene límites.