ABC 04/05/16
· La campaña electoral fue decisiva para el voto de un tercio de los ciudadanos
La gran pregunta que se hace todo el mundo ahora es si las próximas elecciones cambiarán sustancialmente el resultado del 20-D y permitirán la formación de Gobierno. En el barómetro postelectoral del CIS, que se dio a conocer ayer, se dan algunas pistas de cuánto podría cambiar el voto. De entrada, solo el 5,3 por ciento de los entrevistados reconoce que si hubiera conocido los resultados del 20-D habría votado a otro partido distinto.
En cambio, casi un 80 por ciento asegura que habría votado por la misma opción, a pesar del resultado endemoniado que salió de las urnas, y que dio lugar a un bloqueo político sin precedentes. Otro ocho por ciento reconoce que, de saberlo, se habría abstenido o su voto sería en blanco, y solo un 1,7 por ciento explica que en vez de quedarse en casa habría ido a votar por una candidatura. Puede concluirse que cinco millones de electores, de los 25,3 millones que votaron el 20-D, se podrían haber replanteado qué hacer con su voto, aunque solo 1,34 millones tienen claro que habrían optado por otro partido.
Este barómetro postelectoral del CIS se realizó entre los días 7 de enero y 19 de marzo, con 6.242 entrevistas. Ahora que empieza un nuevo periodo electoral, hasta los comicios del 26 de junio, es interesante ver cuánto pesa una campaña para decidir el sentido del voto. Así, el 62,8 por ciento de los que votaron el 20-D, ya tenían decidido a quién iban a votar bastante tiempo antes de la campaña. Un 9 por ciento lo decidió en la primera semana del periodo electoral, y un 17,6 por ciento, en la última semana. Hay un 9,3 por ciento que asegura que se decidió el mismo día de las elecciones. La campaña, por tanto, sí importa, y resulta decisiva para un tercio de los electores.
Las mayores dudas
El trasvase de votos entre partidos será clave en las elecciones del 26 de junio. El barómetro del CIS refleja las principales dudas que tenían los españoles antes de ir a votar en las pasadas elecciones. Dos de cada diez admiten que dudaron entre varios partidos antes de decidirse por una papeleta. La principal duda se originó entre la candidatura del PP y la de Ciudadanos: un 16,9 por ciento de los indecisos tuvo que decidir entre estas dos opciones. La segunda mayor indecisión se produjo entre el PSOE y Podemos: un 11,6 por ciento. Votar al partido de Pablo Iglesias o al de Alberto Garzón (IU) hizo dudar al 9,3 por ciento de los indecisos. Otro 8,4 por ciento tuvo que decidir entre Podemos y Ciudadanos, y un 6,2 por ciento, entre el PSOE y el PP. En cualquiera de esas direcciones podría producirse ahora un trasvase de votos, como se ve.
Los españoles sitúan con precisión a cada partido en una escala ideológica, que va del 1 (izquierda) a 10 (derecha). El PP está situado en un 8,31, y el PSOE en un 4,44, mientras que Podemos se va a la extrema izquierda: 2,19. ¿Ciudadanos es de izquierdas o de derechas? Típica pregunta que los entrevistados responden sin problema: sitúan al partido de Rivera en un 6,63.
Los principales líderes políticos nacionales suspenden. Solo se salva Alberto Garzón (IU), que obtiene un 5,23. Mariano Rajoy se queda en un 3,43, Pedro Sánchez consigue un 4,19, Pablo Iglesias llega al 4,06, y Albert Rivera sería el mejor valorado de estos cuatro dirigentes, con una nota de 4,55.
El perfil del político ideal tendría una cualidad muy por encima del resto: la honradez. El 61,6 por ciento de los encuestados señalan que es la cualidad más importante que debería tener un político. En segundo lugar, se sitúa la preparación y la formación, mientras que la capacidad de diálogo no está entre las virtudes preferidas.