Bieito Rubido-El Debate
  • La sociedad española que milita y vota a la izquierda solo exige responsabilidades a la derecha, entre otras razones porque la máquina del fango de la izquierda solo se ha dedicado a instrumentalizar políticamente esta hecatombe

La DANA levantina se ha convertido ya en una dramática página de nuestra historia. Más de doscientos muertos y un desastre económico de dimensiones todavía no cuantificadas. No es la primera vez, ni será la última, en que la Naturaleza nos enseña su furia y su capacidad para destruir con el elemento de apariencia más frágil: el agua. Creo que nadie hubiese detenido esa fuerza del agua y creo que el ser humano en su enorme fragilidad y limitación seguirá sufriendo sucesos como este, cambio climático al margen. Porque ya ocurrieron en muchas otras ocasiones. Porque están documentados hechos semejantes desde el siglo XVIII. Pudiera parecer todo lo anterior una exculpación de las autoridades, pero ya les digo desde ahora que no.

Pedro Sánchez, el ocupante de la Moncloa, es desde el primer momento el mayor responsable, para bien o para mal. Desde sus políticas supuestamente ecologistas que han incrementado el desastre, hasta su comportamiento lento a la reacción, pasando por la indignidad de llegar a manifestar que «si quieren ayuda que la pidan», llegando a la huida de Paiporta, nada en él ha sido un comportamiento digno de un líder. Por lo menos que asuma su responsabilidad. La autoridad se delega, la responsabilidad no.

No pretendo defender a Mazón, presidente de la autonomía valenciana, pero exijo para él un trato semejante al que las terminales mediáticas de la izquierda –por cierto, bien regadas de dinero con la publicidad del Gobierno como nunca antes había ocurrido– están dando a Sánchez, al que ya podemos llamar ‘el fugitivo’. Cada semana se fuga de España para no hacerle frente a la realidad del país y a la suya personal.

No ha sido para nada peor el comportamiento de Mazón que el de Sánchez. Lo que ocurre es que la sociedad española que milita y vota a la izquierda solo exige responsabilidades a la derecha, entre otras razones porque la máquina del fango de la izquierda no ha parado desde el minuto uno de esta desgracia: solo se han dedicado a instrumentalizar políticamente esta hecatombe. Es lamentable que la izquierda, en lugar de solidarizarse y empatizar con las víctimas, tan solo reduzca su esfuerzo al emponzoñamiento de la sociedad y el deterioro de la convivencia. Lo traen de serie. Lo hicieron en el 11-M, lo repitieron en el Prestige y lo harán cada vez que tengan una oportunidad como esta. Fíjense si no que han insultado a los que han estado limpiando las calles, casas y comercios como «ultraderechistas marginales». Pasará la DANA, pero quedará para siempre esta triste página de mezquindad moral.