Solución o problema

· No es plato de buen gusto apoyar un proyecto que no es el propio, muy afectado por la corrupción. El PP ha utilizado su mayoría absoluta para independizarse del Congreso con la ‘fórmula del rodillo’

España va camino de convertirse en una exótica anomalía política. 277 días sin gobierno, dos elecciones, una investidura fallida y una nueva, indefinidamente diferida.

277 largos días en los que se ha tenido que mantener una actualidad informativa que no se actualizaba, simplemente porque, no nos engañemos, esto en realidad iba de no dar el brazo a torcer, iba de soltar el no más rotundo y el nunca más categórico. Por eso el no ya no es noticia. Lo que es noticia es un sí, lo que es noticia es la superación del “qué dirán” para aceptar una responsabilidad mayor, que no es otra que reconocer lo ridículo de la situación y tratar de hacer lo posible por salir del bucle.

No es fácil tomar decisiones como la que tomamos el pasado miércoles en la Ejecutiva de Ciudadanos, de hecho, es muchísimo más fácil no hacerlo, al igual que es más fácil disfrutar de los 200 metros de Mireia Belmonte desde el cómodo sofá de casa que tener que nadarlos, pero los ciudadanos esperaban algo más que políticos escondidos en trincheras ideológicas, exigen soluciones. Reconocer que la situación actual es insostenible es tomarse en serio aquello que hasta hace dos días repetían todos los partidos políticos, lo del panorama fragmentado, lo de la necesidad de pacto y la obligación de entendimiento. Aquello que ha demostrado ser una frase hueca carente de toda intención para la mayoría del hemiciclo.

Es vital que se depuren responsabilidades políticas en el caso Bárcenas, y que se rindan cuentas en el Congreso. Nuestro proyecto es ofrecer una alternativa al ‘ejército del no’ y no ser parte del problema

Como decía, no es plato de buen gusto apoyar un proyecto que no es el propio, extremadamente afectado por la corrupción, a un partido que ha utilizado su mayoría absoluta para independizarse del Congreso con la ‘fórmula del rodillo’. Lo que sí forma parte de nuestro proyecto, es evitar la presencia de investigados en escaños, o conseguir por fin la eliminación de los aforamientos.

Consideramos vital que se depuren responsabilidades políticas en el caso Bárcenas, y que se rindan cuentas en el Congreso, que se explique cómo un partido político puede acabar imputado en un proceso de corrupción. Consideramos inmoral que en un país democrático un político condenado por un juez pueda acabar siendo absuelto por sus compañeros de pupitre, es chusco e intolerable. Ni es razonable que, por el hecho de residir en un sitio u otro, cuentes más o menos.

Todo ello si forma parte de nuestro proyecto, de nuestra manera de empezar a cambiar las cosas ofreciendo por primera vez una alternativa al ‘ejército del no’. Negociar es eso, negociar es avanzar en posiciones y tratar de sacar el mayor rédito posible con ello, proponernos a la vez iniciar el camino del desbloqueo y conseguir a la vez que el Partido Popular renuncie a unos aforamientos que hasta en nueve ocasiones han defendido numantinamente.

Naturalmente en España, rodeando toda obra encontrarán ustedes a los observadores habituales, los que critican ociosamente la rectitud de la viga maestra sin partirse el espinazo. Pero es momento de remangarse y trabajar, y uno ha de elegir y convertirse en parte de la solución, o camuflarse en el paisaje, y convertirse en parte del problema