Ignacio Marco-Gardoqui-El Correo

Las elecciones han sido un paseo placentero para Urkullu, pero la legislatura no será un camino de rosas. Tiene muchas ventajas a su favor. Dispone de holgura parlamentaria; mantiene a su socio incólume; no necesita hacer grandes modificaciones en su equipo de Gobierno y ha tenido varios meses para pensar en lo que debe hacer en esta legislatura tan especial y tan dura. Nunca ha tenido tan fácil formar Gobierno y gobernar y nunca ha tenido tan difícil gestionar el país. Las necesidades son tantas y tan enormes que deberá priorizar. Si la economía es la ciencia que aplica recursos escasos entre usos alternativos, no cabe duda de que tendrá muchos menos recursos que usos posibles.

Con una fuerte elevación del paro, las necesidades sociales serán acuciantes. La sociedad le exigirá que rearme la sanidad, que refuerce la educación, que complete las ayudas de los ERTE, que sostenga a las empresas en dificultades y, cuando obtenga la gestión de la Seguridad Social, no serán pocos los que le reclamen mejores pensiones. ¿Para qué, le dirán, quiere la competencia?

Y le pediremos eso en un momento de caída sin precedentes de la recaudación. Va a necesitar dinero, mucho dinero. Ayer comentábamos que tendrá que negociar primero con Madrid y recordábamos que esa parte del problema se le da muy bien al PNV. Le tiene agarrado a Sánchez por una parte muy sensible de su anatomía -esa que le une a los presupuestos generales-, y siempre ha sabido cuándo apretar y cuándo aflojar. Hoy toca apretar.

Y luego tendrá que tomar la decisión crucial. ¿Cómo conseguir más ingresos fiscales del sistema? Conoce usted de sobra las dos posibilidades. Subir los tipos o ampliar las bases. Lo primero es rápido y sencillo, lo segundo lento y complejo. Pero lo primero produce distorsiones que pueden provocar más daños que beneficios. Eso es muy viejo. Lo nuevo está cuando miramos hacia nuestro entorno y vemos lo que hacen otros. Aquí cerca ya sabe. Sánchez ‘El Indestructible’ e Iglesias el ‘Al Mansur’ moderno proponen subir los impuestos. Casi todos. Los de la renta de las personas físicas, sociedades, ahorro, Google, Tobin, medioambientales, etc.

Más lejos hacen cosas diferentes. Por ejemplo, Alemania que ha puesto en marcha un programa inmenso de rebajas de impuestos. ¿Sabe cuándo empieza a operar el marginal del IRPF? A partir de 57.000 euros. ¿Sabe cuál será el tipo máximo de ahora en adelante? El 42%. ¿Recuerda cuál es en Euskadi? El 48% sin patrimonio y hasta el 65% con él. ¿Sabe qué van a hacer con el IVA? Bajarlo, como en Italia. ¿Somos los más listos? Quizás, pero es poco probable.