Ignacio Marco-Gardoqui-El Correo
Hay que reconocerlo, lo han vuelto a hacer. Son unos genios. En el desastre de la dana valenciana los socialistas han vuelto a ganar la batalla por el relato, en el que han impuesto el ‘Mazón, Delenda est’. Se podría suponer que quien más poder tiene más responsabilidad adquiere, pero en la multitudinaria manifestación del sábado en Valencia, por cada vez que aparecía Pedro Sánchez en un cartel o recibía un insulto, a Mazón le caían 3.000 exabruptos y su nombre se repetía en 5.000 pancartas. ¿Por qué razón? No sé bien, pero supongo que sobre todo por omisión, por no estar donde debía, por no explicar lo que pasaba, por no advertir de lo que iba a pasar. Es cierto que el día en que la riada se convirtió en tragedia estuvo cuatro horas incomunicado ofreciendo un puesto de trabajo a una periodista. Pero, Teresa Ribera, la omnipotente vicepresidenta del Gobierno, encargada de los temas del Medio Ambiente, estuvo cuatro días desaparecida buscando un puesto de trabajo en Bruselas y nadie se acuerda de ella. Mazón aguantó las iras populares en las calles de Paiporta, al lado de los Reyes, mientras que Pedro Sánchez huía del lugar como un conejo asustado. Mazón sirve al menos como muñeco del pimpampum.
No hay duda de que los socialistas defienden y protegen mucho mejor a los suyos. Piensen en Felipe acompañando a Vera y a Barrionuevo hasta las puertas de la cárcel de Guadalajara, piensen en el Tribunal Constitucional enmendando la plana a todas las instancias anteriores para decretar que en los ERE, los condenados no se llevaron el dinero. ¿Quién se lo llevó entonces? No se sabe y, como diría Patxi López, ¿a quién le importa? Piensen en las trapacerías de la señora Gómez que dirige máster universitarios en los que no podría ni siquiera participar como alumna al carecer de la titulación requerida. O piense en Ábalos, que, supuestamente claro, se lo llevó crudo en el desastre anterior. ¿Qué han dicho los socialistas en estos casos? Perogrulladas varias del tipo de «el que la hace la paga», pero sin ninguna mención concreta y con apoyo total a los que la hicieron y por mala suerte, supongo, la pagaron.
Los populares por su parte y a su lado son unos pardillos. Los comandos socialistas de información sincronizada actúan al unísono y sin fisuras y si hay que nombrarles consejeros de RTVE, se les nombra sin recato ni vergüenza. A Mazón, sus correligionarios le acompañaron durante diez minutos para alejarse después de él como de la peste, y los comentaristas que habitamos en la oscura fachosfera le sacudimos sin miedo ni mesura. Busque en los periódicos u oiga las radios afines a la derecha. No le resultará difícil encontrar críticas acerbas dirigidas a la Generalitat valenciana. Ahora, haga lo mismo con los periódicos y las radios que apoyan a los socialistas y busque comentarios negativos de la actuación del Gobierno. Pero hágalo sentado, va a tardar un rato.
En cualquier caso, Mazón está frito. Solo le salvará del cese una dimisión ‘preventiva’. Lo han vuelto a hacer y los populares han perdido el relato. Los socialistas son unos genios. Hay que reconocerlo.