EL MUNDO 06/01/14
· Los votantes del PP reclaman a Rajoy más firmeza ante el órdago independentista.
· A Rubalcaba los suyos también le exigen mayor contundencia en su respuesta.
El mensaje unívoco del Gobierno de que el referéndum independentista catalán no se celebrará no ha calado suficientemente en la opinión pública. Desde que, a mediados de diciembre, Artur Mas anunció el contenido de las preguntas y la fecha de su convocatoria, Mariano Rajoy se ha mostrado inflexible sobre la posibilidad de que finalmente se lleve a cabo. Pero, pese a su contundencia, el 48,1% de los españoles opina que Mas sí realizará la consulta y el 39,5% piensa que no lo hará, según el sondeo de Sigma Dos para EL MUNDO.
La convicción de que el presidente catalán llegará hasta el final con su desafío soberanista supera además las fronteras de los partidos. Votantes de distinto credo vislumbran esta posibilidad. El 43,8% de los del PP, el 49,4% de los del PSOE, el 48,4% de los de IU y el 44,1% de los de UPyD. Resulta muy sintomático que quienes han votado al PP también tengan este temor, ya que deberían ser ellos los más receptivos a los mensajes del Gobierno.
Incluso en círculos muy influyentes de la política catalana se da por hecho que la consulta nunca tendrá lugar. Pero esta certeza no se ha trasladado a una inmensa mayoría de la ciudadanía.
Es cierto que en la órbita del PP son más (45,3%) los que piensan que no habrá referéndum, pero se trata de porcentajes muy similares a quienes se apuntan al sí. Las mismas dudas acechan a los votantes del resto de formaciones, sin que sea posible en estos momentos concluir, según la opinión ciudadana, que no se convocará la consulta. Muy al contrario.
El estudio, realizado con 1.000 entrevistas, indaga también en las sensaciones de los españoles sobre la actitud de Rajoy en torno a la llamada cuestión catalana. Y no se percibe tampoco la existencia de ideas sólidas y claras. El 39,9% cree que el presidente debería ser más firme; el 26,3%, más receptivo, y el 21,9% piensa que su proceder es el más adecuado.
Entre los entrevistados, son los votantes del PP (57,2%) y los de UPyD (49,9%) los más exigentes con el presidente, y los del PSOE (29,7%) y los de IU (59,7%) quienes le piden que sea más flexible. Según estos datos, se detecta en la calle una gran confusión sobre la respuesta que el Gobierno ha dado a Artur Mas, probablemente porque el discurso no se ha acompañado de hechos. Ni para frenar sus movimientos –el president prosigue con la preparación de la consulta con comunicaciones, incluso, a nivel internacional–, ni para dar una oportunidad al diálogo.
Aunque la reclamación de mayor firmeza sigue siendo la más nítida (39,9% de los entrevistados), el porcentaje baja respecto a noviembre pasado, cuando un 44,4% de los encuestados solicitaba una reacción más dura de Rajoy. En ese momento, Mas aún no había pactado con ERC, ICV-EUiA y la CUP la doble pregunta y su formulación.
La incertidumbre que genera el presidente en este asunto es similar a la que provoca Rubalcaba, y eso que ambos han coincidido en su rechazo a la consulta. Para el 40,9% de los encuestados, tampoco el dirigente socialista se ha mostrado suficientemente firme. En cambio, el 24,6% demanda que sea más receptivo. Pero, entre sus votantes, son más los que apuestan por una contestación contundente (31,7%) que los que piden una actitud más abierta. Un dato también enormemente llamativo en el contexto de un PSOE que ha pasado por grandes dificultades para unificar su mensaje con el PSC y mantener la unidad del partido en el debate territorial.
Lejos de los titubeos que se atribuyen al presidente y al líder de la oposición, del sondeo de Sigma Dos se desprende que los españoles sí tienen una idea cristalina sobre cómo actuar ante el órdago de Artur Mas. La hoja de ruta pasa por que en la próximas semanas (se barajó la fecha del 16 de enero pero no está convocada) el Parlament debata y apruebe sin mayor problema una resolución que se remitirá al Congreso, pidiendo al Gobierno la autorización para convocar el referéndum, ya que se trata de una competencia exclusiva del Estado.
El siguiente paso, en caso de rechazarse, será que la Generalitat saque adelante una ley de Consultas que ampare la convocatoria del referéndum independentista. A partir de ahí, la respuesta del Ejecutivo de Rajoy y la reacción posterior de Artur Mas (que amaga con la convocatoria de unas nuevas elecciones si se ciega esta vía) son un enigma. Puede recurrirla al Tribunal Constitucional, como hizo el Gobierno socialista con la ley aprobada por el tripartito, o actuar posteriormente cuando, tras el verano, Artur Mas convoque oficialmente el referéndum para el 18 de noviembre.
Sin embargo, los ciudadanos ven bastante claro el camino que debería seguir Rajoy ante todos estos acontecimientos. El 63,6% de los peconsultados consideran que el Congreso no debe autorizar el referéndum. Sólo el 30,6% se manifiesta a favor. Entre los partidarios de que no se produzca el aval, se detecta una gran homogeneidad entre los votantes de los principales partidos. Se niegan el 84,8% de los del PP, el 66% de los del PSOE y el 79,2% de los de UPyD. Sólo los cercanos a IU (60,4) apoyan que se permita.
Tampoco hay dudas sobre los pasos a seguir por el Gobierno si la Generalitat aprobase una Ley de Consultas para sortear el no previo del Parlamento español. El 68,5% opina que debería recurrirse ante los tribunales y el 21,7%, que no. Estos porcentajes bailan ligeramente respecto a noviembre, cuando el 65,5% reclamaba la actuación judicial y el 22,5% la desdeñaba. La primera opción cuenta incluso con el aval de los votantes de IU.
Si el proceso soberanista prosiguiera aunque el Tribunal Constitucional declarara inconstitucional la Ley de Consultas, a la pregunta de si el Gobierno debería suspender la autonomía de Cataluña el 46,7% de los entrevistados estima que sí y el 38,3%, que no. En este caso, se repite la dualidad que se producía en la reclamación de más firmeza al Gobierno. Son los votantes de PP (68,4%) y los de UPyD (55,9%) los que no albergan ninguna duda sobre que se debería aplicar el artículo 155 de la Constitución. Y de igual manera, son los del PSOE (54,4%) e IU (59,6%) los que se muestran reticentes a usar esa vía.
A tenor de las respuestas cosechadas en la encuesta y a pesar del porcentaje de no sabe o no contesta, parece contrastado que la cuestión catalana ocupa y preocupa a los ciudadanos. Tanto como para defender que tienen derecho a opinar. El 75,4% cree que todos los españoles deben decidir sobre la posible separación de Cataluña de España. En el sondeo de noviembre eran el 76,4%. El 21,9% opina que esta prerrogativa corresponde sólo a los catalanes. Son otra vez los votantes de IU los que contradicen la opinión mayoritaria. El 48,4% apoya que la consulta se circunscriba al ámbito catalán frente al 47,4% que no. En cambio, los encuestados cercanos al resto de partidos –PP (93,7%), PSOE (76,1%), UPyD (75,7%)– no albergan dudas sobre dónde debe radicar el posible derecho a decidir.
EL MUNDO 06/01/14