LIBERTAD DIGITAL, 23/11/11
Reuniones discretas y llamadas al más alto nivel. A ello se dedica Rajoy, mientras Soraya se encarga de la transición: este miércoles irá a Moncloa.
A primera hora de la mañana, Mariano Rajoy ya estaba encerrado en su despacho. La fotografía se repetirá día tras día en este periodo de transición. El objetivo del presidente electo es atar cabos importantes a través de reuniones discretas y llamadas de teléfono al más alto nivel, como la mantenida con Ángela Merkel.
Esas conversaciones tienen como protagonistas a banqueros, empresarios, mandatarios internacionales… Las fuentes consultadas no desvelan quienes, si bien avanzan que «evidentemente, las grandes fortunas del país ya se han puesto en contacto» con Rajoy. No es para sorprenderse, añaden, habida cuenta de ya que antes del 20-N pasaron por su despacho (o se reunieron con él en otros foros) Florentino Pérez, presidente de ACS; Rodrigo Rato, presidente de Bankia; Antonio Vázquez, presidente de Iberia; Borja Prado, presidente de Endesa; Ignacio Garralda, presidente de Mutua Madrileña; Javier Monzón, presidente de Indra; Luis de Carlos, director de Uría Menéndez; Antonio Hernández Calleja, presidente de Ebro Puleva; y un larguísimo etcétera.
La cascada de llamadas entrantes es tal que el gabinete de Génova está haciendo una criba, convirtiendo en interlocutores autorizados de Rajoy a dirigentes de su círculo. Es el caso, por ejemplo, de Jorge Moragas, en clave internacional.
Primer encuentro, el miércoles, en Moncloa
Mientras el presidente del PP hace gestiones a medio plazo, el corto recorrido se lo deja a Soraya Sáenz de Santamaría, encargada de pilotar un traspaso de poderes que el Gobierno les promete ejemplar. La futura vicepresidenta -según todas las quinielas internas- espera «lealtad y cordialidad» de Ramón Jáuregui, el hombre elegido por el presidente saliente. El miércoles, en Moncloa, tendrán el primer encuentro (aunque no será el único).
Sáenz de Santamaría se servirá de sus más estrechos colaboradores para este periodo, y de ahí que fuentes autorizadas den por hecho el trabajo del tridente económico –Cristóbal Montoro, Álvaro Nadal y Fátima Báñez– o de cargos como José Luis Ayllón y Alfonso Alonso. De igual forma, las vicesecretarías de Organización -que dirige Ana Mato– y de Comunicación -en manos de Esteban González Pons– están a su entera disposición.
«La tranquilidad es la tónica», repiten desde los cuadros del partido, intentando transmitir una imagen idílica pese al escenario de turbulencias financieras. Una consigna que, ya a micrófono cerrado, se torna en preocupación «por lo que podamos encontrar» una vez «rasquemos un poco».
Además de Sáenz de Santamaría, este martes ejercieron de portavoces dos claros ministrables: Miguel Arias Cañete y José Manuel Soria. Ambos insistieron en que «el seleccionador tiene un banquillo espectacular», además de que «en ningún caso» va a haber cuotas territoriales en el futuro gobierno. En Génova insisten en que Rajoy será fiel a sus tiempos y no desvelará sus cartas «hasta que toque».
LIBERTAD DIGITAL, 23/11/11