EL CORREO – 15/07/14
· Powell y McGuinness visitan mañana Euskadi para tomar temperatura al proceso de paz.
· Arraiz pide una reunión con Ortuzar con el fin de detener la «escalada dialéctica» que ambos partidos han mantenido en los últimos días.
La izquierda abertzale quiere recomponer puentes con el PNV. El presidente de Sortu, Hasier Arraiz, confirmó ayer que ha solicitado una reunión con el líder del Euzkadi buru batzar, Andoni Ortuzar, para tratar de «aclarar y reconducir la escalada dialéctica» que ambas formaciones han protagonizado en los últimos días en relación a los presos de ETA y avanzar en un «escenario de diálogo».
Arraiz no es el primer dirigente abertzale que se pronuncia públicamente a favor de un acercamiento con el PNV. El pasado fin de semana fue Rufi Etxeberria el que reconoció contactos el año pasado con el Ejecutivo de Iñigo Urkullu y la formación jeltzale con el fin de negociar un plan conjunto para los reclusos de la banda terrorista. Según señaló Etxeberria, los requisitos serían tres: «reunir a los presos en la cárcel alavesa de Zaballa, que el Gobierno vasco consiga las competencias penitenciarias y que se configure un programa de excarcelación que tenga en cuenta la voz de los propios reclusos».
Aquellos contactos no llegaron a buen puerto, ya que no se logró marcar una línea en la que «profundizar». En este sentido, Arraiz apostó ayer por volver a la senda de la «colaboración». Entrevistado en Radio Euskadi, el presidente de Sortu asumió que el momento que atraviesan ambos partidos «es delicado», dados los recientes enfrentamientos que han mantenido sobre esta materia. La semana pasada el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, acusó a los presos de ETA de «incumplir los compromisos» para lograr su reinserción e instó a Sortu a hacer «algo más» para que los reclusos den los pasos necesarios para obtener beneficios penitenciarios. Sus palabras no tardaron en recibir respuesta desde las filas de la izquierda abertzale. Arraiz compareció arropado por Rufi Etxeberria para asegurar que el Ejecutivo de Vitoria apoya «una estrategia macabra» que pretende la «humillación» de los internos de la banda y que las declaraciones de Erkoreka son una «buena muestra de la actitud involucionista» del PNV.
«Presión real» a Madrid
Sortu quiere recuperar la ‘sintonía’ que permitió que en enero jeltzales y abertzales caminaran juntos por las calles de Bilbao en una gran movilización por los presos. Pero para ello debe poner fin a los cruces de acusaciones que «no nos llevan a ningún lado», sostuvo Arraiz. El líder de Sortu tendió la mano al PNV. «Lo interesante ahora es recuperar la mesa de diálogo entre ambos –afirmó– para avanzar sobre una cuestión, la de los presos, que ahora mismo está totalmente parada por parte del Gobierno de Madrid». Ahora bien, pese a señalar al Ejecutivo de Rajoy como el «principal responsable» de la situación que atraviesan los reclusos de la banda, el parlamentario abertzale no dudó en criticar también el papel desempeñado por el Gabinete de Urkullu.
Hasier Arraiz aseguró no sentirse muy optimista respecto a la gestión que el lehendakari está realizando del proceso de paz. Es más, consideró que lleva un «rumbo errático». «Muchas veces, como no consiguen que el Gobierno de Rajoy no solo no se mueva sino que ni siquiera les coja el teléfono, lo que hacen es cargar contra la izquierda abertzale. De esta forma quieren que seamos nosotros lo que hagamos cualquier tipo de movimiento para poder entonces acudir a Madrid a decirles que tienen que hacer algo más», censuró. El presidente de Sortu advirtió que «por ese lado no se va a ninguna parte». Emplazó así al Ejecutivo de Vitoria a presionar «políticamente y de una forma real» al Gobierno central para que «empiece a dar pasos y acabe con la dispersión».
El líder abertzale recordó, además, que mañana visitará Euskadi el británico Jonathan Powell, el principal mediador internacional implicado en la consolidación de la paz en Euskadi. Lo hará acompañado de Martin McGuinness, viceministro principal del Gobierno del norte de Irlanda. Ambos dirigentes tienen previsto reunirse con partidos e instituciones de Euskadi y tomar la temperatura del proceso de paz. «Un proceso –remarcó Arraiz– que no está parado». Desde Lehendakaritza aseguraron ayer no tener petición alguna de los mediadores para reunirse con Urkullu. En principio, los mediadores constatarán que la consolidación del cese de la violencia se halla en una situación de ‘impasse’ por la falta de avances en el desarme y en la política penitenciaria. No es descartable que puedan introducir alguna nueva variable. De ser así, y aunque no son demasiado optimistas, en Lakua no cierran la puerta a un posible encuentro.
EL CORREO – 15/07/14