ABC 29/08/13
Impulsará homenajes a la banda para reforzar su mando en la alianza soberanista Incluye en el «gudari eguna» a víctimas de Franco para avalar la teoría del «conflicto»
Sortu no solo se niega a condenar 50 años de terrorismo, sino que ha diseñado una nueva estrategia para reactivar el «gudari eguna» («día del soldado vasco»), que se celebra cada 27 de septiembre para homenajear a los pistoleros de ETA, con el objetivo de extender y fortalecer su proyecto político tanto en el conjunto de la «izquierda abertzale» como entre sus aliados soberanistas de Bildu y Amaiur. Según se desprende de investigaciones de la Guardia Civil, el partido impulsado por Arnaldo Otegi ha asumido la estrategia «política» de una banda que, a día de hoy, sigue sin entregar las armas y sin disolverse.
Tras la disolución de Ekin, en septiembre de 2011, Sortu ha ido asumiendo algunos de los cometidos que realizaban los «comisarios políticos de ETA, entre ellos, la preparación del «gudari eguna», que se celebra cada 27 de septiembre para enaltecer a los etarras muertos y legitimar su actividad terrorista. Como novedad, el partido heredero de Batasuna quiere que desde ahora el «gudari eguna» se desarrolle de manera pública e incluso con aparato propagandístico. Y, a fin de evitar problemas con la Justicia, pretende camuflar lo que sin duda es flagrante apología del terrorismo, con la ampliación del homenaje a víctimas de la Guerra Civil y del Franquismo. Ello, muy en sintonía además con la farsa de la «memoria» que intenta redactar la «izquierda abertzale» para distorsionar la historia y avalar la teoría de un inexistente «conflicto armado» en el que hubo víctimas en ambas partes.
Aparato propagandístico
Hasta ahora, en la mayoría de los casos el «gudari eguna» se llevaba a cabo de forma prácticamente clandestina, y la asistencia estaba reservada a militantes de la máxima confianza, primero de KAS y después de Ekin. Fue el caso del acto celebrado el 27 de septiembre de 2006, cuando tres encapuchados de ETA realizaron siete disparos al aire en un monte próximo a Oyarzun, y de cuyo conocimiento se supo un día después a través de «Gara».
Para eludir trabas legales, Sortu pretende utilizar además a colectivos afines encargados de redactar la «euskal memoria» para organizar el próximo «día del soldado vasco». Así, con unas entidades sin aparente conexión con la «izquierda abertzale» y la ampliación del homenaje a «todos los que murieron en la lucha a favor de la libertad de Euskal Herria», Sortu persiste en su estrategia de acumular fuerzas soberanistas en torno a su proyecto. El objetivo es rematar la absorción de partidos como EA, Alternatiba y Aralar; mantener la cohesión interna y retener a los grupos más ortodoxos que ya amagan tímidamente con la escisión, así como captar a otras organizaciones que hasta el momento se ubican al margen de la «izquierda abertzale».
Según constata la Guardia Civil, el partido que impulsó Otegi quiere convertir a partir de ahora el «gudari eguna» en un nuevo instrumento de «lucha ideológica», para extender y fortalecer su proyecto político en el conjunto de la alianza soberanista.
De las investigaciones se desprende que la disolución de Ekin no fue un «gesto de distensión» más tras la decisión de ETA de abandonar la actividad terrorista, sino un movimiento táctico para que Sortu acumulara poderes y se consolidara como «motor político» de la «izquierda abertzale». En definitiva, una maniobra con vistas a que el partido legalizado por el Tribunal Constitucional diseñara y dirigiera la estrategia «política» del Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV), que incluye a ETA.
Homenajes locales
La banda, sin embargo, mantiene su capacidad de decisión sobre su futuro como organización y todo lo concerniente a «logística» y armas. Es decir, cualquier gesto sobre supuesto «desarme» sigue dependiendo de los cabecillas de ETA.
Así las cosas, el «gudari eguna» que con carácter «nacional» se celebre el próximo 27 de septiembre será presentado por entidades aparentemente ajenas a la «izquierda abertzale», pese a ser Sortu el promotor. De manera complementaria, se llevarán a cabo en distintas localidades homenajes a los etarras fallecidos. En estos actos no habrá convocatoria pública y los panfletos en los que se llame a acudir no van a llevar firmas. Estos «gudari eguna» locales seran utilizados para legitimar la actividad terrrorista y demandar la apertura de un «proceso de resolución del conflicto».