EL CORREO 02/08/13
Arraiz llama a la formación jeltzale a «elevar la mira» frente a un Estado en «descomposición» y a «activar cuanto antes a la mayoría» independentista
El PNV tendrá en Sortu un aliado a la hora de avanzar en la senda hacia la independencia. Como era de esperar, la formación abertzale, liderada por Hasier Arraiz, se mostró ayer abierta a «sumar fuerzas» con el partido jeltzale para «poner en marcha un proceso soberanista y llevarlo hasta el final».
Arraiz se pronunció en este sentido un día después de que el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, anunciara con motivo del día de San Ignacio –y, por tanto, del aniversario del nacimiento del PNV– que su grupo «activará» en el próximo periodo de sesiones del Parlamento vasco una ponencia cuyo objetivo será «alumbrar» un nuevo estatus político para Euskadi. Esta apuesta fue una de las promesas electorales de Iñigo Urkullu, si bien el lehendakari optó por centrar sus primeros meses de mandato en la salida de la crisis económica. Un gesto que fue aplaudido por el PSE y PP, contrarios a «derivas independentistas», pero que no dudó en provocar las críticas de la izquierda abertzale.
Pese a la contundencia del anuncio en clave soberanista protagonizado la víspera por Ortuzar, en Sortu no escondían ayer su recelos en torno a la veracidad del compromiso del PNV, al que ven más «interesado en otros debates y en consensos a corto plazo». Arraiz se refirió así, aunque sin citarlo, al acuerdo sobre fiscalidad que los jeltzales suscribirán en septiembre con el PSE, y que todo apunta se hará extensivo a los Presupuestos del próximo año. En ese sentido, y con la vista puesta en un posible acercamiento en materia soberanista, emplazó al PNV a «elevar la mira» con el fin de conocer «cuáles son realmente las necesidades de este país» y «a activar cuanto antes a la mayoría social soberanista» de Euskadi.
«Responsabilidad política»
El presidente de Sortu, que abogó por llevar el debate independentista «tanto dentro como fuera del Parlamento», recordó que «existe una crisis bestial en la que, semana tras semana, se están imponiendo medidas económicas contrarias a lo que piensa la mayoría de la población» vasca. Un escenario, añadió, al que hay que sumar «la descomposición general» del Estado y los pasos de Cataluña –aunque salvando las distancias entre ambas comunidades– en favor de una consulta por la independencia «a la que solo falta poner fecha». «En todo este panorama, sería imperdonable que quienes reconocemos a Euskal Herria como nación y su derecho a decidir como tal, no uniéramos nuestras fuerzas para poner en marcha un sistema soberanista», manifestó. Arraiz asumió que Sortu, «desde su responsabilidad política, tiene que hacer ese esfuerzo con el PNV y con otras fuerzas de este país». «De lo contrario –advirtió–, la gente no nos lo perdonaría».
El dirigente abertzale ha recordado que en los contactos que su partido ha mantenido hasta la fecha con la cúpula jeltzale, ambos han compartido «el diagnóstico sobre la situación en estos momentos del Estado español». La próxima cita entre las dos formaciones se producirá en septiembre y, según adelantó Arraiz, «hay posibilidades de avance de cara a posibles acuerdos» no solo en la cuestión soberanista, sino también en torno al proceso de paz y la «resolución del conflicto».