EL CORREO – 15/08/14
· Insiste en que «todos los partidos» han cometido errores en el pasado y que la izquierda abertzale ya realizó su autocrítica en 2012 en el Kursaal.
Los dirigentes de Sortu participarán en próximos actos de recuerdo a víctimas de ETA como el dispensado el pasado viernes en homenaje al empresario Joxemari Korta, asesinado por la banda terrorista en el año 2000. Portavoces de la formación abertzale reconocen su voluntad de tomar parte en los tributos que se puedan convocar en los próximos meses, aunque siempre desde dos premisas previas: que estén planteados «en positivo» de cara a «avanzar» y asentar la paz y la convivencia en Euskadi y que la presencia de los dirigentes independentistas «no se vea mal» por parte de los familiares de la víctima. «Forma parte de la reflexión que venimos realizando en los últimos años. Dar pasos tanto en la lectura política como en la práctica», explican. «Se trata de ver cómo nosotros podemos aportar», insisten las mismas fuentes.
La relación con las víctimas es una de las cuestiones más espinosas a las que se enfrenta la izquierda abertzale después de medio siglo de actividad terrorista. Desde que en 2010 la antigua Batasuna acordara romper con la estrategia violenta y abrazar las vías exclusivamente políticas, los dirigentes de Sortu han protagonizado tres gestos de cierto calado para reconocer el dolor causado.
El primero, la declaración leída por Maribi Ugarteburu, parlamentaria y líder del partido en Bizkaia, en el Kursaal de San Sebastián en febrero de 2012, en la que la formación ahora presidida por Hasier Arraiz lamentaba haber humillado a los damnificados por el terrorismo, aunque lo circunscribía dentro de las tensiones del «conflicto».
El segundo paso que la coalición abertzale considera de relevancia tuvo lugar en noviembre de aquel mismo año. Entonces Pernando Barrena, principal portavoz del partido, viajó a Barcelona para tomar parte en unas jornadas de recuerdo a Ernest Lluch, exministro del PSOE asesinado por ETA. Durante la charla que ofreció y en la que estaba presente una de las hijas del exdirigente socialista, el antiguo responsable de Batasuna expresó su «profundo malestar» por los atentados de la banda, aunque, a la vez, pidió a España y Francia que reconozcan también «el dolor causado».
El tercer episodio de este trayecto tuvo lugar el viernes pasado en Zumaia, en el mismo lugar donde una bomba acabó con la vida del empresario y quien dirigiera la patronal guipuzcoana Joxemari Korta. A ese acto, organizado por la Fundación Korta, acudió también Barrena. Fuentes de Sortu advierten que no es la primera vez que alguno de sus representantes participa en la concentración por el empresario y recuerdan que el año pasado acudió el líder del partido en Gipuzkoa, Joxean Agirre. Aún así, reconocen que la presencia de Barrena este año tiene un significado «especial».
La necesidad de acercarse a las víctimas ha estado en el ideario de la izquierda abertzale desde antes de su legalización hace dos veranos. Dirigentes de EA, formación que comparte coalición en EH Bildu, han transmitido a los líderes de Sortu la conveniencia de reconocer el dolor que han sufrido los damnificados por ETA. Aunque en las filas de la formación que dirige Pello Urizar son conscientes de los problemas internos que acudir a actos por las víctimas genera en ciertos sectores de la izquierda abertzale y de los presos de la banda.
Sortu pretende, además, medir sus pasos para que la asistencia a esos homenajes no pueda ser interpretada como que abjura de su pasado. Considera que el PP y el PSE quieren impulsar un relato de «vencedores y vencidos» en el que la izquierda abertzale habría sido la gran derrotada. Una lectura que, en opinión de los dirigentes independentistas, no ayuda a la convivencia en Euskadi ni a superar «el conflicto».
«Obsesión» jeltzale
La formación de Hasier Arraiz no tiene previsto en el corto plazo realizar una nueva autocrítica sobre su pasado, tal y como le demanda el PNV y el Gobierno de Iñigo Urkullu. Creen que con la declaración de 2012 en el Kursaal ya llevaron a cabo un gesto significativo, aunque tampoco descartan que en el futuro se realicen «nuevos pronunciamientos» si «se dan las circunstancias».
Los responsables de Sortu circunscriben a la «pugna electoral» la «obsesión» que tanto los dirigentes jeltzales como el propio lehendakari han evidenciado al exigir a la izquierda abertzale que reconozca el «injusto daño causado» por haber callado durante décadas ante los crímenes de ETA. Un exhorto que el pasado lunes reiteró Joseba Egibar. El líder del PNV en Gipuzkoa pidió a Sortu que asuma en público «el error» del terrorismo antes de acudir a nuevos homenajes por las víctimas. Y lo exigió por «una cuestión de credibilidad» para que quede claro «hasta qué punto este tipo de acercamientos son sinceros» o, por el contrario, «obedecen al cumplimiento de un guión».
La formación independentista considera que este tipo de pronunciamientos del PNV quieren trasladar a la ciudadanía cierta «superioridad moral» de los jeltzales frente a la antigua Batasuna. «Debe haber autocrítica por parte de todos», explican sus portavoces, antes de apuntar que «el PNV tiene mucho que criticar también sobre su actuación en el pasado». Unos reproches que históricamente aluden, entre otras cuestiones, al respaldo de los nacionalistas a la política de dispersión en la época de los gobiernos de Felipe González.
EL CORREO – 15/08/14