EL MUNDO 19/11/13
El presidente de Sortu, Hasier Arraiz, habló ayer con claridad en una conferencia en Bilbao ante las preguntas de algunos militantes que, molestos, le recriminaron la excesiva tibieza de la izquierda abertzale ante quienes les exigen renegar de su pasado. Arraiz replicó que no se doblegarán.
La decisión que tomó la izquierda abertzale «hace 35 años» –que ETA siguiera matando tras la Transición– fue «acertada», dijo. Desde entonces, se han dedicado a «poner encima de la mesa las contradicciones del juego supuestamente democrático», y ha estado bien. «No estamos dispuestos a rechazar y revisar nada de aquello. Reivindicamos lo que fuimos y lo que somos, lo que hemos hecho y lo que hacemos, como no puede ser de otra manera».
Cuando les piden autocrítica, sólo tienen un fin: «Que tengamos que reconocer que nuestra trayectoria ha sido una enorme equivocación, que ellos tenían razón y que nos integramos al juego democrático que rechazamos hace 35 años. Y eso es lo que hay que combatir», porque «nadie está libre de responsabilidades»; «todos hemos hecho sufrir y hemos sufrido».
Arraiz reconoció que la estrategia de Sortu ha sido «intentar» no mirar atrás. Pero el resto (PNV, PSE y PP) se «han abonado al retrovisor» y les «obligan a entrar en la batalla del relato» para ganar «en los libros de Historia». El parlamentario de EH Bildu expresó su envidia porque en Cataluña «no ser independentista» esté «mal visto socialmente». Y el historiador abertzale Iñaki Egaña lamentó que Rajoy tenga a la «bestia desbocada», en alusión a las asociaciones de víctimas, «un monstruo que han creado a golpe de talonario».