LUIS VENTOSO – ABC – 14/06/15
· Relax en el TC: ocho meses para concluir que el referéndum de Mas era ilegal.
«Ante todo, mucha calma», proclamaba el lema de Siniestro Total, aquellos agudos anarquistas vigueses. El Tribunal Constitucional se lo aplica. El 29 de septiembre del 2014 la Abogacía del Estado recurrió ante el TC la consulta separatista que Artur Mas iba a celebrar en noviembre. Por fin esta semana, cuando la pantomima ya se ha celebrado y queda lejos, nuestro alto tribunal ha concluido por unanimidad que aquella peligrosa patochada del gran Artur era inconstitucional. Qué ojo clínico el de nuestros doce magistrados: se han percatado de que la consulta muy legal no era, y además, solo les ha llevado ocho meses llegar a una conclusión que se podría haber tomado en una tarde, pues era una evidencia palmaria que Mas estaba pisoteando lo establecido en la Carta Magna.
Lo que hizo Mas era tal vez ridículo, pero para nada anecdótico. Una autoridad del Estado, el presidente de una comunidad autónoma, utilizó los resortes de la misma para intentar organizar una consulta ilegal, cuyo fin último no era otro que ir desmontando el propio Estado. Si eso no es un golpe civil se le parece bastante. Pero el TC va a su ritmo, que viene siendo el del McLaren de Alonso. Tenían por delante todo el mes de octubre para trabajar y frenar por anticipado el desafío.
En cualquier orden de la vida profesional, cuando surge una emergencia se actúa en consecuencia y se le da prioridad: se celebran reuniones de urgencia, se trabaja más para ofrecer una solución rápida, sin mirar al reloj, con la dedicación que haga falta. ¿Qué impedía al presidente del Constitucional reunir de inmediato a sus magistrados, retirarse a deliberar un par de días y tomar una decisión inmediata ante un asunto que era clarísimo? Pero las cosas no funcionan así en el Spa TC. ¿Cuál es el método de trabajo en esa serenísima casa? ¿Cómo puede ser que un tribunal tan relevante no haya sido capaz en cinco años de tomar una decisión sobre el recurso del PP contra la ley del Aborto?
A veces me imagino al presidente del TC telefoneando a sus magistrados:
–Oye, perdona que te moleste, pero es que nos ha entrado una cosilla de la Abogacía del Estado por lo de referéndum de Mas. ¿Qué os parece si nos reunimos?
–Pero Paco, hombre, es que esta semana tengo una primera comunión y la que viene, me voy a la ópera al Covent Garden. Además ando con bastante lío en el curro.
–Naa, pues tranqui, que tampoco urge. Tú vete echándole un ojo al escrito cuando tengas un ratillo y en un par de meses a ver si nos vemos todos.
Trabajen más, por favor. Pónganse un poco colorados y aplíquense. Y sino, renuncien y que vengan otros más diligentes, porque sus tiempos no van acordes con las demandas de los envites que sufre el país. Por supuesto esgrimirán una batería de enrevesadas excusas jurídicas pretextando que es imposible ir más rápido. Pero esa parsimonia cuando están intentando descuajaringar las cuadernas de España resulta ofensiva y bastante inadmisible. Si el agresor va en moto, los que deben pararlo no pueden ir en patinete.
LUIS VENTOSO – ABC – 14/06/15