EL MUNDO 25/02/14
· Los verificadores ven muy difícil continuar con su «ayuda» sin respaldo institucional
El descrédito de los llamados verificadores internacionales ha tenido consecuencias en el entramado de mediadores que ha alentado la izquierda abertzale para blanquear el final de ETA. Lokarri, la entidad que sirvió de instrumento para organizar uno de los primeros hitos de esta estrategia, la Conferencia de Paz de San Sebastián, ha decidido suspender por el momento una nueva cita que iba a celebrarse mañana en el Palacio de Ayete para «impulsar el proceso de paz».
Estaba previsto que participara en ella un puñado de nombres implicados en este proceso desde aquel octubre de 2011 como Jonathan Powell, ex jefe de gabinete de Tony Blair, que ha venido manteniendo contactos con el Gobierno vasco; el ex primer ministro irlandés Bertie Ahern; y el líder del que fue brazo político del IRA, Gerry Adams. Con el aplazamiento sin fecha de la reunión, Lokarri evita el riesgo de que el desprestigio casi cómico de una pieza contagie a todo el puzzle.
La plataforma dirigida por Paul Ríos ha tomado esta decisión por el «ambiente enrarecido» y porque «no se dan las condiciones» para llevar a cabo el encuentro, según explicó.
Ram Manikkalingam quiso cerrar ayer estos convulsos cuatro días con un comunicado en el que subrayó que –por la acción de la Audiencia Nacional, a la que cita, y el desprecio del Gobierno, se entiende– les resulta «extremadamente difícil, si no imposible», «ayudar para asegurar que ETA» haga lo que les prometió: poner fuera de uso de forma unilateral «la totalidad de sus armas, municiones y explosivos», que es el «objetivo de fondo» frente a otros debates como la escenificación del anuncio o «la cantidad de armas y material inutilizados». Por ello, cree que ahora corresponde a los «gobiernos, líderes políticos y ciudadanos» decidir cómo debe realizarse ese proceso.
El profesor ceilandés, que ha participado en procesos de resolución de conflictos como Irak, Irlanda del Norte y Sri Lanka, concluyó con una afirmación celebrada por la prensa abertzale: «No existe precedente alguno, ni otro ejemplo, en ningún lugar del mundo, en el que un movimiento armado como ETA, con un historial de 50 años a sus espaldas, se haya ofrecido a emprender un proceso de poner sus armas, municiones y explosivos fuera de uso, y eso no recibe [reciba] el aval positivo de las instituciones formales».
Pero la soledad institucional de los verificadores, a excepción del Gobierno vasco, se mantuvo. En Navarra, el PSN rechazó junto con UPN y PP la petición de Bildu para que el Parlamento foral los apoyara.
Por el momento sí continúa en pie otro foro también organizado por Lokarri para el 1 de marzo en la Bayona francesa, con los miembros del Grupo Internacional de Contacto Brian Currin y Pierre Hazan.