Todo este dolor, ¿por qué?

EL MUNDO – 25/03/16 – MAITE PAGAZAURTUNDÚA

Maite Pagazaurtundua
Maite Pagazaurtundua

· Este miércoles una humilde cinta amarilla resultaba suficiente para sellar la entrada de la boca del metro de Maalbeck. Y es que nadie en Bruselas ignoraba que, 24 horas antes, en su interior había ocurrido uno de los atentados terroristas que dejaron en Bruselas el cruel balance provisional de 31 personas asesinadas y varios cientos de personas heridas. La Europa democrática ha recibido el mensaje más explícito de los que quieren terminar con leyes y libertades.

Los seres humanos inocentes somos la materia de la planificación política de los asesinos. Los atentados son «actuaciones tácticas diseñadas para influir políticamente» como ha escrito Federico Aznar Fernández-Montesinos. Hombres, mujeres y niños son mutilados dolorosamente para lanzar el mensaje y por ello resulta imprescindible realizar nosotros también una doble reacción: contra el terrorismo, por una parte, y atendiendo y honrando correctamente a las víctimas, por otra.

El integrismo totalitario se nutre en el oxígeno ambiental del salafismo y nos amenaza en un mundo de comunicación global. En Europa tiene menos capacidad que en Afganistán o Bombay, y mucho menos que en parte del territorio de Siria o Irak. Por eso no debemos olvidar que buena parte de los refugiados que no queremos ver jugándose la vida por llegar a lugar seguro, escapan de los mismos estrategas que han atentado en Bruselas.

Del mismo modo, debemos ser conscientes de que los jóvenes europeos que se suman a la yihad asesina y se convierten en monstruos sienten el poder de Daesh que ha conseguido controlar territorios en Siria e Irak. Degradar y debilitar ese poder matriz resulta prioritario para acabar con esta amenaza compleja y multifactorial, pero trabajar con recursos suficientes en la prevención de la radicalización fanática en las comunidades es clave porque la deslegitimación interna del discurso es tan importante como los logros policiales o militares.

Atender a las víctimas reales como se merecen requiere un apoyo legal que no existe para una parte importante de los ciudadanos europeos. Muchos países se han sentido al margen de esta amenaza o de las víctimas de otros tipos de terrorismo. Lo sabemos bien. Cuando eurodiputados españoles de distintos partidos políticos reclamaban una directiva europea de víctimas del terrorismo junto a asociaciones y fundaciones de víctimas españolas no encontramos apoyo ni en la Comisión Europea ni en el Parlamento Europeo.

La atención y protección a los heridos para sanar, a quienes vivirán con secuelas, a quienes perdieron a sus seres queridos es clave para devolverles toda la dignidad y la humanidad sustraída por los terroristas que los utilizaron y utilizarán como instrumento de su juego. Los españoles podemos aportar mucho en clave policial, de Inteligencia, pero también de atención a las víctimas y de comprensión de la necesidad de ser eficaces en la deslegitimación de la cruel estrategia de los asesinos.

Todo este dolor, ¿por qué?

Porque ejecutan una estrategia de amedrentamiento y de poder totalitario globales. ¿Qué tenemos que hacer para derrotarla? Conseguir, con todas nuestras fuerzas, ser eficaces, cosa que sólo es posible evaluando correctamente la naturaleza de la amenaza y consolidando la cooperación internacional en materia policial, judicial y de Inteligencia. Atendiendo a las víctimas como merecen. Generando una sociedad resistente que se sobrepone al temor. Todo lo anterior comienza en la política. Es posible reforzando los consensos políticos conjurados en preservar nuestras libertades y poderes democráticos. La respuesta empieza en la política entendida como responsabilidad y no como apariencia.

Maite Pagazaurtundúa es vicepresidenta del Grupo de la Alianza de Liberales y Demócratas Europeos y portavoz de UPYD en el Europarlamento.