EL PAÍS, 15/7/2011
Estaba previsto que fuera un debate tranquilo, ya que la ley llegaba con un amplio acuerdo de todos los partidos, sobre todo de los dos grandes.
Pero no lo fue. La nueva Ley de Víctimas del Terrorismo, que amplía los criterios para ser reconocido como tal a hermanos, abuelos y nietos, mejora las indemnizaciones, garantiza acceso preferente a empleo y vivienda públicos y sanciona el cumplimiento íntegro de las penas de los terroristas, quedó emborronada por una gran tensión dialéctica en el hemiciclo.
Primero llegó el punto discordante de Rosa Díez, la diputada de UPyD, que se descolgó del acuerdo con el que se había elaborado la ley y decidió votar en contra. Pocas veces se ve en la pantalla de votaciones un solo voto rojo -en contra- rodeado de luces verdes -340, faltaron 9 diputados, entre ellos Mariano Rajoy, que se fue a la toma de posesión de Luisa Fernanda Rudi en Zaragoza-. Díez explicó que, a pesar de estar de acuerdo con el contenido, votaba en contra porque la presencia de Bildu en las instituciones alteraba el acuerdo con el que se había comenzado a elaborar esta ley hace meses.
El PP, sin embargo, sí apoyó la ley que ha contribuido a elaborar. Alfonso Alonso, exalcalde de Vitoria, fue especialmente vehemente a la hora de defender una ley que se aprobaba, con representantes de víctimas en la tribuna, el mismo día, 14 de julio, en que ETA había matado a 17 personas en distintos años, entre ellos los 12 muertos del atentado de la plaza de la República Dominicana. Alonso no olvidó las críticas habituales del PP porque «los testaferros de ETA estén en las instituciones», pero eso no impidió su voto afirmativo.
Después de la intervención de Díez defendiendo el no, Emilio Olabarria, del PNV, le acusó de haber «prostituido» el debate sobre las víctimas al condicionarlo todo a la presencia de Bildu. Y el pleno se calentó aún más cuando Joan Tardà, de ERC, leyó una lista de víctimas del franquismo, que culminó con Salvador Puig Antich, a las que su grupo quería incluir en la ley. Después le dijo a José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba, que seguían el debate: «¿Se imaginan que el PP está ocho años en el Gobierno? ¿Tendremos que esperar a 2020 para arreglar esta injusticia?». La bancada del PP se indignó. Antonio Hernando, del PSOE, recordó que esta ley estaba pensada para víctimas del terrorismo, y pidió a todos no «desvirtuar el debate». ERC apoyó la ley.
El Grupo Socialista, que hace solo tres semanas sufrió para sacar adelante la reforma de la negociación colectiva, está teniendo un final de periodo de sesiones mucho más cómodo. Ayer, la mayoría de las leyes, hasta ocho, salieron adelante sin ningún problema, varias de ellas por unanimidad. El decreto que contenía la reforma de las hipotecas para subir el límite inembargable salió con la abstención del PP, a favor de ese apartado y en contra de otros. Y el techo de gasto, que había sido vetado en el Senado, salió adelante sin ningún problema gracias a la abstención de CIU, PNV, CC y UPN, lo que muestra que el PSOE tiene un colchón bastante estable en los nacionalistas
EL PAÍS, 15/7/2011