Del Blog de Santiago González
Hablábamos ayer de Beatriz Gimeno, esa extravagante criatura que la no menos extraordinaria ministra de Qué más da. En una primera aproximación le debemos una aportación en el terreno de la lengua. Su canonjía dejará de llamarse ‘Dirección General de la Mujer’ para denominarse ‘Dirección General de las Mujeres’. No de la Mujer, el conceto, sino de las mujeres, de todas y cada una, por más que las mujeres no tienen necesidad alguna de que las dirijan.
Lo más reciente ha sido su disgusto por el hecho de que Tele-5 haya programado recientemente ‘Pretty woman’, película que debe parecerle inconveniente y hasta corruptora, dada su militancia lesbiana, de la que ha dejado constancia en sus libros: ‘Primeras caricias: 50 mujeres cuentan su primera experiencia con otra mujer’.
El segundo: ‘¿Seré lesbiana?’ ‘Su cuerpo era su gozo’ (Y en casos trans su pozo. Por lo de vivir prisionera en un cuerpo equivocado, digo). El tercero, ‘La liberación de una generación. Historia y análisis político del lesbianismo’. Y en este plan.
A mí esto de que critique la emisión de Pretty woman me parece algo fanático. No es más que una revisión del cuento de ‘La Cenicienta’, pero habida cuenta de que otra de sus propuestas inmortales es que la igualdad requiere que las mujeres penetren analmente a los hombres, para su ‘nihilismo obsta’ tal vez bastaría con rodar un final alternativo en el que Julia Roberts pusiera a Richard Gere mirando para Nueva Orleans. Mientras, José Fernández Torres ha comentado juiciosamente: “Beatriz Gimeno es la directora del Instituto de las Mujeres para comentar la programación de la tele. Para investigar el caso de las mujeres tuteladas y prostituidas en Mallorca esperará a que hagan la película”.
Eduardo Garzón, cuándo no es viernes, opina sobre el recibo de la luz: “Bajar el IVA de la luz, cuyo precio es controlado por un oligopolio, solo logrará incrementar los beneficios empresariales. Los impuestos no son la causa del precio extremo de la luz, lo es la legislación que aprobó Aznar en 1997 para garantizar negocio a esas grandes empresas”.
Juan Carlos Campo, el valido de Baltasar Garzón, hablaba de las elecciones de San Valentín y la posibilidad de su apla zamiento: “Cuidado, es supender la democracia”. Fernando Navarro matizó: “Suspender el control parlamentario al gobierno durante el estado de alarma le parece mucho menos preocupante”.
Hermann Tertsch comenta la noticia d que el aeropuerto de Barajas no usó sus propias máquinas quitanieves: “Cuando no está Delcy con 40 maletas, Ábalos pierde todo interés por Barajas”.
Echeminga, triste criatura: “Lo primero que sorprende es el campañote que se hace para bajar el IVA de la luz. ¿Por qué? Porque bajar el IVA no cuesta ni un euro a las eléctricas. Eso sí, rediuce los ingresos del Estado, dañando la sanidad, la educación o la dependencia”. El mismo tipejo hace c uatro años: “El Gobierno podría acabar con el problema de la subida de la luz bajando el IVA, pero no les interesa porque están del lado de los poderosos”.
Y finalmente, un consejo turístico de La Vanguardia del pasado miércoles: “El atardecer de Isla Cristina es uno de los más bonitos del Mediterráneo”. Bueno, valga como disculpa que Huelva linda con Almería, como dijo aproximadamente Pedro Sánchez.