Fernando Asunción-Vozpópuli
En su mensaje de recuerdo a las víctimas, el presidente de la Generalitat alaba la actuación «ejemplar» que tuvieron los servicios de emergencia, el ‘major’ Trapero, el exconsejero Forn y el expresidente Puigdemont, que pide aclarar «los puntos oscuros» de la tragedia de la que se cumplen dos años
Barcelona ha rendido este sábado un silencioso homenaje a las víctimas de los atentados del 17-A cuando se cumplen dos años de la tragedia en la que murieron 16 personas. Representantes del Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona han acompañado a familiares de las víctimas con una ofrenda floral en la Rambla de la ciudad condal, donde sólo «El Cant dels Ocells» ha roto un emotivo silencio.
Al acto institucional han asistido el presidente de la Generalitat, Quim Torra; el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la alcaldesa Ada Colau, además de mandos de los Mossos d’Esquadra, la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Guardia Urbana. Sin discursos institucionales y en un acto sobrio y breve, todos han depositado claveles blancos frente al monumento a las víctimas junto al mosaico de Miró de las Ramblas, donde se detuvo la furgoneta con la que Youness Abouyaaqoub cometió la masacre.
Pero minutos antes del homenaje, el jefe del Ejecutivo catalán ha escrito un mensaje en la red social Twitter donde no sólo ha dirigido un recuerdo a las víctimas y sus familiares, sino que ha aprovechado para recordar al jefe de los Mossos d’Esquadra por aquel entonces, Josep Lluís Trapero; al exconsejero de Interior Joaquim Forn; y a su predecesor en el cargo, Carles Puigdemont. El primero fue imputado por su papel en el 1-0, el segundo permanece en prisión provisional a la espera de la sentencia del Tribunal Supremo, mientras el tercero sigue fugado en Bélgica.
El propio Puigdemont ha ahondado en la teoría de la conspiración que abona el separatismo según la cual, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) conocía de antemano la intención de cometer los atentados por parte de los terroristas. El ex jefe del Ejecutivo catalán ha pedido a través de un mensaje en Twitter «aclarar los puntos oscuros» de lo que sucedió, mediante la creación de una comisión de investigación parlamentaria.
Puigdemont sostiene que aún quedan deberes pendientes y ha pedido «dedicar los mismos esfuerzos que se destinan a tapar las evidencias de una investigación periodística a permitir que se abra una comisión parlamentaria en que se hable sin secretos de estado ni materia reservada». A su juicio, el recuerdo de las víctimas es un deber ético, como también el esclarecimiento de todas las circunstancias que concurrieron. «Investigar en sede parlamentaria es una exigencia insoslayable», afirma.
Pero los propios Mossos desmienten esta teoría de la conspiración. El comisario jefe del cuerpo policial autonómico, Eduard Sallent, asegura este mismo sábado en una entrevista con La Vanguardia que el CNI colaboró de manera «absoluta» con los efectivos de la policía catalana tras los atentados del 17A. En aquel momento, ocupaba el mando de Mossos que ejercía de enlace con el CNI y nunca tuvo la «sensación» de que le escondieran información.
«La relación fue de absoluta franqueza y confianza, con un intercambio continuo de toda la información que le llegaba a cada uno», ha insistido también en referencia a la Policía Nacional y la Guardia Civil. Además, dice que los Mossos saben perfectamente cómo se produjo el atentado porque llevan la investigación «y nada de lo que se ha especulado estos días queda acreditado» en las pesquisas. «Nada nos indica que alguien tuviera un conocimiento previo de las intenciones de la célula antes de producirse el atentado», remata.
Víctimas divididas
Al acto de Barcelona también han acudido, entre otros, el presidente del Senado, Juan Cruz; el del Parlament, Roger Torrent; el expresidente de la Generalitat José Montilla; los consellers Pere Aragonès, Meritxell Budó, Miquel Buch y Ester Capella, y la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera. La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que había anunciado su presencia al acto, finalmente no ha podido acudir por problemas de salud.
En representación del Ayuntamiento de Barcelona han participado en la ofrenda floral, además de la alcaldesa Ada Colau, los líderes de los grupos municipales, así como el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle. Colau ha apuntado en la misma línea que Puigdemont y ha reclamado una comisión de investigación en el Congreso sobre los atentados, como ya pidió el pleno del Ayuntamiento de Barcelona en una sesión extraordinaria el pasado 5 de agosto.
Del acto institucional, convocado por el Ayuntamiento de Barcelona y la Unidad de Atención y Valoración de Afectados por el Terrorismo (UAVAT), se ha desmarcado la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT), que consideró que se trataría de un homenaje «más bien político» y optó por organizar su propio acto, que se celebrará a partir de las 11.30 horas al inicio de las Ramblas.
El Congreso tumba 14 intentos de investigar al Gobierno y al CNI
El Congreso de los Diputados ha desestimado 14 intentos de ERC y Junts Per Catalunya (JxP) para que se investigue si el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y el Gobierno de Mariano Rajoy conocieron por anticipado que se iban a producir los atentados del 17 de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils, de los que este sábado se cumplen dos años. De acuerdo con la información de la Cámara Baja recogida por Servimedia, ERC y JxC llevaron a cabo este mes de julio una ofensiva parlamentaria para que las Cortes analizaran si existió un conocimiento premio del 17-A por parte del CNI y del Ejecutivo de Rajoy.
Estas formaciones independentistas plantearon esta ofensiva después de que el diario Público publicara este mes de julio diversas noticias sobre el 17-A, que indicaban que el CNI tenía pinchados teléfonos de algunos autores de la masacre, control que se mantuvo hasta días antes de los atentados. Además, este diario digital también apuntó que el imán de Ripoll, Abdelbaki es Satty, que habría radicalizado a los autores de la masacre en Cataluña, estuvo también controlado por los servicios de inteligencia hasta el mismo día de las acciones terroristas.