Tonia Etxarri-El Correo
Con el empate a escaños entre PNV y EH Bildu, Imanol Pradales podrá ser lehendakari con la ayuda de Eneko Andueza, según los resultados electorales de una pugna muy reñida entre las dos fuerzas nacionalistas. Habrá continuidad gubernamental, seguramente, pero el PNV ha visto su hegemonía en peligro al haber perdido 4 escaños aunque ha sido el claro ganador en votos, mientras EH Bildu ha experimentado un ascenso tan vertiginoso que, en efecto, el cambio hacia la consolidación de una mayoría cada vez más nacionalista en el Parlamento vasco parece haber iniciado un camino sin retorno. Es un paso lento pero seguro. Del 69% del hemiciclo que representaban en la pasada legislatura, han pasado al 72%. Bildu esperará su turno para la siguiente vuelta, en la próxima legislatura, mientras sigue negociando con Pedro Sánchez. No le está yendo nada mal el blanqueamiento que le ha proporcionado ser socio preferente en La Moncloa. Se han podido presentar ante un electorado joven desinteresado por el pasado que se ha inclinado por una opción que se ha ‘camaleonizado’ en una fuerza eco-sostenible y progresista. Ni siquiera cuando en la segunda parte de la campaña afloró su lado oscuro cuando Pello Otxandiano se negó a hablar de ETA como una banda terrorista, le ha penalizado lo más mínimo en las urnas.
Una situación que, a la vez, le ha funcionado al PNV como un revulsivo para movilizar su voto decepcionado en la opción útil ante la alternativa de tener a Bildu gobernando en Ajuria Enea.
El Partido Socialista ha logrado los doce escaños a los que aspiraba sin captar votos de la extrema izquierda populista fragmentada de Podemos y Sumar que, finalmente, ha logrado entrar en el Parlamento con un escaño. Los socialistas revalidan su fuerza y siguen siendo decisivos para formar el nuevo Gobierno vasco. Eneko Andueza volverá a validar la repetición de la coalición con el PNV sin necesidad de recurrir a terceras fuerzas políticas, lo que les habría provocado muchos quebraderos de cabeza. Un gobierno con un escaño más de la mayoría absoluta. No tendrán que recurrir al PP que ha ganado en votos y ha conseguido 7 escaños, pero que no podrá ejercer la influencia a la que aspiraba su candidato Javier de Andrés, que ha quedado en la cuarta posición en el Parlamento vasco sin haber conseguido atraer los votos de Vox, que ha mantenido su escaño en la Cámara vasca.
La coalición de Otegi no condenará la violencia de sus antepasados. Lo que se le ha exigido en esta campaña no es tan simple como apretar un interruptor. Bildu tiene la misión de perpetuar la memoria de ETA. Justificándola.
Vistos los resultados, cabe preguntarse si peneuvistas y socialistas van a seguir exigiendo a Bildu que condene a ETA o lo dejan ya para las próximas elecciones.