ABC 03/10/14
· El alcalde de Barcelona permitió anoche la instalación de tiendas de campaña
De la desobiencia política a la desobediencia civil. Varias decenas de personas comenzaron anoche una acampada en la plaza de Cataluña de Barcelona en protesta por la suspensión de la consulta del 9 de noviembre. Era una protesta organizada por la izquierda radical independentista y, aunque es ilegal, fue tolerada por el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat. Al cierre de esta edición, los acampados no habían sido desalojados ni por los Mossos d’Esquadra, ni por la Guardia Urbana, y aún resonaban las declaraciones que horas antes había hecho el alcalde Xavier Trias (CiU), quien avanzó que toleraría la acampada, «aunque no eternamente».
· Circular interna
El director de los Mossos pide a los agentes que sean «neutrales» ante el proceso secesionista
Por lo pronto, si la Plaza Cataluña sigue ocupada el próximo 12 de octubre, el conflicto está servido. Ese día, varias organizaciones constitucionalistas, como Sociedad Civil Catalana, celebrarán en esa ágora un acto festivo y reivindicativo con motivo del Día de la Hispanidad. «El alcalde tiene la obligación de hacer cumplir la ley y las ordenanzas», le reprochó ayer a Trias el líder municipal del PP, Alberto Fernández.
La acampada de anoche se produjo tras una manifestación de estudiantes que reunió a unos escasos 500 jóvenes. La protesta es el prólogo a las dos jornadas de huelga que los estudiantes han convocado para los próximos 7 y 8 de octubre.
El inicio de la acampada en la plaza Cataluña se produce después de un primer intento frustrado de plantar tiendas ante la sede de la Delegación del Gobierno el pasado lunes. Los Mossos d’Esquadra impidieron esa acampada. La actitud de la policía autonómica le grangeó críticas en las redes sociales por parte de colectivos que exigen a los Mossos que se alineen con el proyecto secesionista de Mas.
Muchos agentes –y así lo han hecho saber los sindicatos– lamentan el uso político que quiere hacerse de ellos por parte de algunas formaciones y de algunos mandos uniformados y políticos. En un gesto inédito, el director general de los Mossos, Albert Batlle, ha dirigido una carta a todos los agentes en la que les advierte de que su obligación es «actuar con neutralidad política e imparcialidad», incluso cuando están fuera de servicio, «ante los acontecimientos políticos y sociales» que vive Cataluña.
La misiva no alude a ningún hecho concreto. Con todo, el caso más flagrante –consentido por el Gobierno de Mas– es la constitución de Mossos por la Independencia, una sectorial de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), que integran unos 400 agentes. En su cuenta de twitter, se jactan de que desobedecerán las acciones del Gobierno en contra de la consulta.