EL MUNDO 07/10/13
· Sólo el mástil de madera de 17,14 metros de altura está valorado en 60.000 euros.
¿Cuánto vale un símbolo? Si está concebido como la guinda patriótica del Born Centre Cultural, exactamente 74.216 euros. Ése es el precio final que los barceloneses han tenido que desembolsar por la senyera que corona el ideado como epicentro de la celebración del tricentenario de 1714. El que su alcalde, Xavier Trias, ha creído necesario pagar.
Este diario ya reveló en marzo que el estudio técnico para evaluar cómo instalar la estructura que soportaría la bandera implicó el abono de 6.987 euros públicos. Pero eso era sólo un anticipo. El coste final se ha visto sustancialmente incrementado con la fabricación y colocación del mástil en el que se ancla la senyera y el resto de elementos ornamentales que visten el emblema catalán.
Hasta tres partidas adicionales al ya citado estudio de ingeniería han engrosado la factura. La fabricación del fuste de madera y su pie de acero y su posterior colocación frente al Born Centre Cultural absorbieron la mayor parte del gasto: 59.221 euros.
Sus 17,14 metros de longitud salieron caros al Consistorio, pero proporcionalmente quizás más prohibitivo sea el precio de la inscripción conmemorativa que decora el poste. «En memoria de aquellos que lucharon para defender la ciudad de Barcelona y la nación catalana durante el sitio de 1714», reza un grabado que deja a las claras la carga ideológica que el Ayuntamiento ha decidido otorgar al conjunto museográfico del Born. Aunque, más que su mensaje, es el bronce sobre el que éste se esculpió lo que conllevó el pago de otros 6.162 euros públicos.
Y, habida cuenta de que el patriotismo nunca duerme, fueron necesarios otros 1.936 euros adicionales para el diseño del sistema de iluminación que garantiza una correcta admiración de la senyera durante las 24 horas de la jornada.
Del sumatorio de todas estas inversiones municipales se obtienen los 74.216 euros que conforman el coste final de la insignia. Gastos que aparecen recogidos en la relación de expedientes adjudicados por Barcelona de Infraestructuras Municipales, SA (BIMSA) en el periodo comprendido entre el 1 de julio y el 31 de agosto de 2013 y a la que EL MUNDO ha tenido acceso. Estas adjudicaciones fueron directas, es decir, su aprobación no se llevó a cabo en el consejo de la empresa municipal. Fue su dirección quien decidió y realizó las contrataciones. De este modo, los grupos políticos conocieron los pagos a posteriori, siendo imposible su fiscalización hasta que los hechos ya estaban consumados.
Especialmente cuidadoso ha sido el Consistorio a la hora de repartir las ganancias que la insignia ha producido. Cuatro han sido las empresas beneficiarias. Bomainpasa, SLP se hizo con el encargo del estudio técnico que le reportó los ya mencionados 6.897 euros. Anoche Iluminación Arquitectónica percibió los 1.936 euros por alumbrar artificialmente el emblema. Barberí, SL ingresó los 6.162 por la inscripción conmemorativa de bronce. Y Tall-Fusta, SL fue la más agraciada, al hacerse con los 59.221 euros por la fabricación del mástil.
La senyera como elemento central del Born Centre Cultural no constaba en el proyecto originiario de rehabilitación del espacio histórico que empezaron a diseñar los socialistas. Fue la llegada de CiU a la Alcaldía y la conversión de Xavier Trias al proyecto soberanista de Artur Mas lo que propició la inclusión de la bandera. La decisión fue una de las muchas directrices nacidas del nacionalizador tándem formado por el regidor de Cultura del Ayuntamiento, Jaume Ciurana, y su fichaje estrella para llevar las riendas de la mutación del Born en zona cero de los catalanes, Quim Torra.
Claro que la irrupción de la senyera en el templo de peregrinación soberanista ideado por CiU no puede interpretarse como un arrebato aislado. Trias ya recuperó a inicio de mandato la bandera catalana que en su día izó Lluís Companys en Montjuïc y el alcalde también acató una de las primeras propuestas que su responsable cultural tenía en mente desde su toma de posesión: la retirada de la placa de la Constitución de la fachada del Ayuntamiento. Muestras, todas, del distinto valor que el Gobierno de Barcelona otorga a los símbolos. Aunque el de algunos sea objetivo: 74.216 euros.
EL MUNDO 07/10/13