EL MUNDO – 10/09/16
· La Comisión, el Eurogrupo y el BCE reprende al Gobierno por el incumplimiento de sus compromisos. Bruselas niega haber sido informada de que recibirá un Presupuesto prorrogado, como dice Guindos.
· Dijsselbloem (Eurogrupo): «Nosotros no podemos formar Gobierno en España, aunque algunas veces nos gustaría»
· Moscovici (Comisión Europea): «Hay unas reglas que deben ser respetadas. De Guindos no me ha advertido de nada»
· Coeuré (BCE): «Hay mucho en juego y las reglas del marco fiscal han de ser implementadas de forma clara y creíble»
En apenas cuatro horas, el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, recibió ayer una triple reprimenda de las principales instituciones europeas: la Comisión, el Eurogrupo y el Banco Central europeo. Por la falta de medidas para corregir el déficit y la amenaza que esa laxa aplicación de las normas supone para la unión fiscal. Por asegurar que Bruselas estaba al tanto de la decisión no que no se enviarán unos Presupuestos completos antes del 15 de octubre, como se nos exige. Y por la incapacidad de las fuerzas políticas para formar Gobierno, que está retrasando una batería de ajustes y políticas que son imprescindibles para mantener el crecimiento y respetar los compromisos.
De Guindos, como representante, se llevó los mensajes, en todos los casos a través de los medios, además de cara a cara con la puerta cerrada, en una de sus semanas más difíciles desde la época del rescate. Durante mucho tiempo, la Comisión Europea, el Ecofin y el Eurogrupo han advertido a España sobre los riesgos que supone la inestabilidad política. España no tiene Gobierno desde finales del año pasado, lo que se traduce, a ojos de la UE, en falta de un interlocutor con el que negociar y, sobre todo, al que exigirle las medidas, ajustes y Presupuestos que considera indispensable. El juego es conocido por todos, pero ayer, de forma inesperada, un nuevo actor quiso meterse de lleno: el Banco Central Europeo. Que habla poco pero influye mucho.
Benoit Coeuré, miembro del comité ejecutivo del organismo, aprovechó la rueda de prensa posterior al Eurogrupo informal que se celebró este viernes en Bratislava para lanzar una advertencia tan seria como inusual en un representante del Consejo. «En la decisión sobre Portugal y España, el BCE no tiene mandato y no comenta. Pero hay mucho en juego. Tenemos un marco fiscal basado en reglas. Las reglas deben ser implementadas de forma clara, creíble y transparente», afirmó.
En el complejo lenguaje de las instituciones europeas, y en especial en la jerga de Frankfurt, la advertencia es muy grave. Un toque de atención a las autoridades nacionales, pero quizás mucho más a los tres altos cargos (Dijsselbloem, Regling y Moscovici, responsables del Eurogrupo, el Mede y la parte económica de la Comisión) sentados en su misma mesa. Porque España, como en el chiste soviético, hace como que va a cumplir, y sus vigilantes hacen como que la van a castigar desde hace demasiado tiempo.
Nadie preguntó a Coeuré. Fue él el que pidió la palabra para enviar un mensaje prístino un mensaje prístino a Lisboa y Madrid, que antes del 15 de octubre deben presentar a Bruselas un Presupuesto para 2017 y la prueba de que han tomado «acciones efectivas» para reducir el déficit público. «Queremos evitar una situación en que las reglas no sean aplicadas de forma creíble. Será más difícil una unión fiscal más profunda si no hay predictibilidad y transparencia», alertó, a los países y a sus laxos supervisores.
En la casa de Mario Draghi, que como reconoció Couré no tiene ningún mandato ni debería tener voz en la mayoría de los debates, preocupa mucho más la estabilidad de la zona Euro y su gobernanza que el hecho en sí de que en España no hay un Gobierno en funciones, pero estiman que ambas cosas empiezan a ir de la mano, porque Madrid lleva meses sin cumplir lo pactado y sin poder tomar medidas, lo que está provocando la relajación y el malestar, dependiendo del caso, entre otros socios. Si se siguen perdonando multas, aplazando objetivos e ignorando los compromisos toda la política fiscal comunitaria dejará de tener sentido, avisan.
«No podemos formar Gobierno en España, aunque algunas veces nos gustaría. No depende de nosotros, le corresponde a los electores y a los políticos», había protestado apenas unas horas antes el presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, con tan poca cautela como sentido del humor.
«Hoy discutiremos en el Eurogrupo la parte procedimental de esta situación. Qué debería hacer un Gobierno cuando está en funciones y tiene que sacar adelante un Presupuesto. Tenemos que aclarar los procedimientos», explicó.
Bruselas ha aflojado algo la presión pero no está dispuesta a tolerarlo todo. Desde el Ministerio de Economía se ha hecho saber en las últimas semanas que el ministro De Guindos, y el propio Mariano Rajoy, explicaron al presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, al ministro alemán Wolfgang Schäuble y al comisario Pierre Moscovici que es imposible enviar lo requerido.
Ayer mismo, De Guindos, a su llegada a la reunión de ministros europeos en Bratislava, lo reiteraba. «Les voy a comentar que dada la situación no vamos a llegar a tiempo de presentar un Presupuesto completo, vamos a presentar uno sin cambios y comentar dos procedimientos: el presupuestario y el cumplimiento de la advertencia», aseguró.
Pero las instituciones tienen discrepancias. «El ministro De Guindos no me ha advertido de nada y no hemos hablado de nada, nos hemos cruzado en Hangzhou pero él tenía trabajo y yo también», replicó el comisario a su llegada al encuentro informal del Eurogrupo en Bratislava. «La Comisión tiene reglas que deben ser respetadas, no porque sean reglas de la Comisión, sino (porque son) de toda Europa», zanjó.
EL MUNDO – 10/09/16