EL MUNDO – 15/01/17
· Abre la posibilidad de levantar las sanciones al Gobierno ruso y de reconocer a Taiwan.
· El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, detuvo ayer su frenética actividad en Twitter, la red social que usa como sala de prensa, y se expresó en el diario The Wall Street Journal, donde desgranó dos ideas.
Por un lado sugirió la posibilidad de levantar las sanciones contra Rusia que impuso su antecesor Barack Obama, aunque prometió mantenerlas «al menos por un tiempo». «Si uno se lleva bien con Rusia y realmente nos está ayudando, por qué mantener las sanciones?», se preguntaba, vinculando la anulación del castigo a la cooperación en la lucha contra el terrorismo.
En segundo lugar, el próximo presidente de Estados Unidos volvió a ahondar las amplias diferencias que mantiene con la República Popular China (RPC), al poner en cuestión la llamada política de «una sola China» negándose a cerrar la puerta a un reconocimiento diplomático de Taiwán, algo que desencadenaría una gravísima crisis con Pekín.
Cuando se le inquirió si apoyaba esa posición adoptada por Washington desde que reanudó las relaciones con China en 1979, Trump respondió: «Todo está en proceso de negociación, incluido [el principio de] una sola China».
Bajo esa idea, Washington reconocía que Pekín sólo contempla un Estado, China, y considera que Taiwán es una especie de provincia rebelde. Las palabras de Trump suscitarán casi con toda seguridad un nuevo sobresalto entre el liderazgo del Partido Comunista Chino, que considera el caso de Taiwan como una de las causas más sagradas de su política interna y que ya ha demostrado en el pasado que puede pasar de las palabras a gestos más contundentes.
El pasado miércoles un portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwan, An Fenghsan, ya dijo que si EEUU se aparta de esa postura «la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán sufrirán un impacto».
El relevo en la Casa Blanca está propiciando una auténtica escalada verbal entre Trump y Pekín, que amenaza con recuperar el estilo belicoso de la Guerra Fría después de que medios chinos comenzaran a alertar en las últimas jornadas sobre un posible conflicto armado entre ambas naciones.
Asesores de Trump citadas por la agencia Reuters reconocieron que el próximo equipo a cargo de la política exterior de EEUU ha decidido enviar más fuerzas militares al Pacífico y pretenden establecer o expandir las bases que tienen en Japón y Australia. Asimismo, su intención es estacionar bombarderos capaces de transportar armas atómicas en Corea del Sur, todo un giro respecto a la posición que mantuvo Barack Obama y que anticipa una escalada de tensión regional de alcance impredecible.
Dentro de esta dinámica el ministro de Defensa taiwanés, Feng Shih-kuan, apoyó el viernes la decisión de Taipei de construir nuevos submarinos relacionándola con el reciente viaje de un nuevo portaaviones chino por el Estrecho de Taiwán. El diario Global Times, siempre proclive a expresar el ideario más conservador chino, dedicaba ayer su editorial a amenazar a la Administración de Taiwan por «coquetear con Trump» adelantando que Pekín continuará con su ofensiva para aislar a la isla.
«Por cada promesa vacía que los independentistas obtengan de Estados Unidos, les haremos pagar un precio. La china continental es fuerte e inteligente como para convertir la cuerda salvavidas de los independentistas en la misma cuerda con la que se estrangularán», escribió el matutino en un tono que no admite equívocos.
EL MUNDO – 15/01/17