Florencio Domínguez, LA VANGUARDIA, 19/10/11
Los mediadores internacionales vinieron el lunes al País Vasco para acabar con «la última confrontación armada en Europa», según dijeron en el primer párrafo de la declaración suscrita en San Sebastián. Y eso lo firmaron tres tipos como Gerry Adams, que viene de Belfast; Bertie Ahern, que viene de Dublín, y Jonathan Powell, que viene de Londres. Será que no se han fijado en lo que tienen en casa. Si lo hicieran se darían cuenta de que España, o el País Vasco, es mucho más tranquila con un grupo terrorista en activo que Irlanda del Norte después del proceso de paz.
En España no se ha registrado ningún atentado desde hace más de dos años y no hay, por tanto, ni muertos ni heridos por culpa de ETA, lo que no se puede decir del pacificado Ulster. Desde el 1 de enero del 2009 hasta hoy en España hay que contabilizar tres asesinatos y 66 heridos en catorce atentados con bombas y uno con arma de fuego. Todos ellos se cometieron en el primer semestre del 2009. En el mismo tiempo, en el Ulster que gobierna Gerry Adams se han producido ocho asesinatos terroristas –uno de ellos este mismo año– y 309 personas han resultado heridas en atentados, según datos del Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI), que entre el 2009 y 2010 ha registrado 79 incidentes con bombas y otros cien con armas de fuego. El PSNI no ofrece datos sobre este tipo de incidentes del año en curso, por lo que la cifra de atentados será todavía mayor.
A la vista de estos datos y puestos a buscar reductos de «confrontación armada» que arreglar, lo mejor que podían hacer Adams, Ahern y Powell es terminar el trabajo en su casa. Y si quieren venir a aprender al País Vasco serán bienvenidos, porque para dar lecciones han demostrado no estar a la altura.
Los socialistas vascos se han sentido engañados y decepcionados por la declaración elaborada por los mediadores –que han copiado el modelo de negociación de Anoeta elaborado por ETA y Batasuna en el 2004– y que consideran que ahora está fuera de la realidad. En el PNV –aunque como nacionalistas no están en desacuerdo con el fondo– reconocen en privado que el documento elaborado por Kofi Annan es un problema para socialistas y populares. Los únicos que se sienten satisfechos al cien por cien por los resultados de la conferencia son los dirigentes de la izquierda abertzale. Ellos sabían para qué querían el evento: para encontrar apoyo internacional a una negociación sobre autodeterminación y territorialidad (o sea, Navarra). Y lo han conseguido.
En los días previos a la conferencia se volvieron a utilizar las metáforas de la pista de aterrizaje que tanto éxito tuvieron en 1998 cuando el acuerdo de Lizarra. Desde el PNV liderado por Arzalluz se decía entonces que ETA necesitaba una pista de aterrizaje para dejar las armas, pero en lugar de eso la utilizó para repostar y seguir el vuelo. Y en esta ocasión la conferencia de San Sebastián puede servir para que ETA reposte ideológicamente.
Florencio Domínguez, LA VANGUARDIA, 19/10/11