EL MUNDO 15/12/13
· A la primera pregunta de si Cataluña debe ser «un Estado», votaría ‘sí’ el 43% y ‘no’ el 39% / El 81,9% de ese 43% respaldaría también la independencia.
Son más los ciudadanos catalanes que no quieren que Cataluña se convierta en «un Estado» que los que votarían a favor de que fuera independiente. El porcentaje de los que se oponen a la secesión de entrada alcanza el 39,1%, mientras un 35,2% es partidario de llevar hasta el final el desafío que ha planteado el presidente de la Generalitat, Artur Mas.
Es la principal conclusión que se desprende de la encuesta de Sigma Dos para EL MUNDO. El sondeo plantea a 1.000 ciudadanos catalanes las dos preguntas de la consulta soberanista que la Generalitat quiere celebrar el 9 de noviembre del año que viene: «¿Quiere que Cataluña sea un Estado? Y si es así, ¿quiere que sea independiente?».
La muestra se llevó a cabo entre el pasado jueves, 12 de diciembre –el mismo día en el que CiU, ERC, ICV y la CUP alcanzaron un acuerdo sobre la consulta– y el viernes 13. A la primera pregunta, un 43% de los encuestados responde sí a que Cataluña sea un Estado, frente al 39,1% que elige el no.
Sólo ese 43% responden a la segunda pregunta; de ellos, un 81,9% quiere que ese Estado sea «independiente» y el 12,9% que no lo sea, se supone que pensando en algún tipo de federación o confederación con el resto de España.
Del cruce de estos datos se infiere que la cifra total de quienes votarían por la independencia –es decir, los que elegirían sí en la primera pregunta y sí en la segunda– es del 35,2% de los catalanes. Es un número inferior al 39,1% que directamente no quiere que Cataluña «se convierta en un Estado», y, obviamente, también está por debajo de la suma de éstos con los que votarían sí al Estado pero no a la independencia, opción que abarca al 5,5% de los encuestados.
Si los resultados se extrapolan, nos encontramos además con que quienes votarían sí a la primera pregunta pero aún no saben –o no quieren contestar– si elegirían también la independencia son un 2,3% de los encuestados. Finalmente, un 9% de quienes fueron consultados afirmó que no iría a votar, y un porcentaje casi idéntico –un 8,9%– no desveló qué opción elegiría en ninguna de las dos preguntas.
Diferencia entre partidos
Por partidos, las opciones mayoritarias de cada formación coinciden con lo que hicieron sus líderes el jueves. Los votantes de quienes estuvieron en el pacto se inclinan mayoritariamente por el sí a que Cataluña sea un Estado. Pero el porcentaje cambia mucho si se compara a ERC (90,3%) o la CUP (86,1%) con CiU (71%) y, sobre todo, ICV, la formación que albergó más dudas. Un 53,1% de sus partidarios se inclina por el Estado propio, mientras que un 40,3% lo rechaza.
En el bloque del no están, como sus cúpulas, los votantes del PSC (un 70,2% lo apoya, frente al 24,3% que elegiría el sí), el PP (con un 64,2% de noes y un 5,7% que no votaría) y Ciutadans, con una mayoría casi total (92,3%) de contrarios al Estado propio para Cataluña. Llama también la atención que el porcentaje del no al Estado propio sea más alto entre los encuestados de mayor edad (donde es mayoritario: un 47,7% frente a un 31,1% que estaría por el sí) y los más jóvenes. Entre los ciudadanos de 18 a 29 años, el no se encarama hasta el 39,1%, aunque el sí gana en esa franja con un 45,5%.
La otra pregunta, la que inquiere acerca de si Cataluña debe ser un Estado independiente, está algo desvirtuada porque sólo la responden quienes han contestado sí a la anterior. Pero, teniendo en cuenta los resultados que arroja, se descubre que un 12,9% de los que quieren un Estado no se inclinarían por la separación del resto de España, sino que elegirían mantener algún tipo de vínculo. Un 81,9% de quienes votarían sí a la primera pregunta, por contra, querrían la secesión sin medias tintas.
Por partidos, la pregunta demuestra que los partidarios de la opción intermedia (sí a la primera pregunta, no a la segunda) constituyen una masa apreciable entre los votantes del PSC y los de ICV. Un 17,1% de los socialistas que votasen sí al Estado luego se inclinarían por el no a la independencia; en el caso de los ecosocialistas, el porcentaje llegaría hasta el 15%. Ello permite concluir (basta multiplicar las cifras de quienes votarían sí en las dos preguntas y dividir por 100) que los simpatizantes de ICV partidarios de la separación total de Cataluña son sólo un 39,08%.
La enrevesada fórmula que CiU, ERC, ICV y CUP pactaron para preguntar a los catalanes dificulta la interpretación de los resultados, hasta el punto de que nadie sabe muy bien cómo hacerlo. Para cerrar un acuerdo rápido, Mas pidió el jueves, en la reunión en el Palau de la Generalitat con los representantes de los partidos, que el asunto se dejara para más adelante.
Se hizo para compadecer las visiones de quienes exigían una pregunta sobre la independencia (ERC y CUP) con las de los que pedían que se tuviera en cuenta a federalistas y confederalistas (ICV y Unió). Pero ello ha provocado interpretaciones como la de Marta Rovira, secretaria general de Esquerra, que dio por hecho que con un 26% de apoyo a la secesión (en el caso, por ejemplo, de que los ciudadanos votaran sí a las dos preguntas con un porcentaje del 51% frente al 49%) ésta quedaría validada.
Otras fuentes indican algo más lógico: que la independencia quedaría validada si la eligen la mitad más uno de los votantes totales. De ser así, el sistema de doble pregunta elegido dificultaría que la secesión fuera la opción mayoritaria.
Todo ello demuestra que ninguno de los partidos que pactaron fecha y enunciado de la pregunta piensa que la consulta vaya a realizarse realmente. El Gobierno central ya ha dicho que no va a facilitarla y Mas siempre ha afirmado, al menos en público, que no piensa saltarse la ley, y que la alternativa a un bloqueo del Ejecutivo de Rajoy serán unas elecciones autonómicas de cariz plebiscitario.
EL MUNDO 15/12/13