El nacionalismo catalán cree que el acuerdo entre el PP y Ciudadanos para la investidura de Mariano Rajoy pone en riesgo la inmersión lingüística en los colegios de la comunidad. Desde que se firmó, el Govern y varios partidos alertan de que «ataca» la preeminencia del catalán como idioma vehicular de la enseñanza. La líder de C’s en Cataluña, Inés Arrimadas, salió ayer al paso de estas críticas: «El pacto es bueno para los catalanes».
El documento suscrito por Rajoy y Albert Rivera establece en su punto 81 la necesidad de «implantar una educación bilingüe y trilingüe de calidad en la escuela pública, que garantice a todos nuestros jóvenes el dominio del inglés». Con ese fin, continúa, «se pondrá en marcha un programa nacional de formación del profesorado en inglés y en enseñanza de disciplinas no lingüísticas en inglés».
En las comunidades sin idioma cooficial al castellano no parece que ese acuerdo vaya a provocar ninguna polémica, pero en Cataluña los soberanistas creen que se ha redactado específicamente para acabar con la inmersión. La líder en la comunidad de Ciudadanos, un partido que siempre se ha opuesto a ese modelo, subrayó ayer otras «virtudes» del pacto. «Hemos incorporado el compromiso de abrir el melón de la financiación de las comunidades autónomas el primer mes», dijo Arrimadas, al margen de las «mejoras» para los autónomos, la ampliación de los permisos de maternidad y paternidad, entre otras medidas sociales.
Pero, preguntada específicamente por la inmersión, la líder de la oposición a Junts pel Sí en Cataluña afirmó: «No creo que incorporar el inglés como lengua vehicular suponga un problema para nadie».
El partido se reivindica estos días como la fuerza de matriz catalana con más poder en la historia de la democracia española, un título que han arrebatado a Convergència. Arrimadas insistió ayer en esa idea: «Mientras otros piden un referéndum y la independencia, nosotros llegamos a acuerdos. Ciudadanos es el partido catalán con más influencia en el Congreso».
Pero el soberanismo sabe que la inmersión lingüística es un modelo que históricamente ha contado con el apoyo no sólo de las fuerzas nacionalistas, sino también del PSC e ICV. Ahora, necesitados de cohesión, los independentistas elevan el tono en defensa del sistema escolar catalán: la coordinadora general del Partit Demòcrata Català (PDC) –la antigua Convergència–, Marta Pascal, aseguró que el PP y C’s han firmado «un pacto para hacer daño a Cataluña».
Según ella, el acuerdo «quiere tocar los pilares más fundamentales de Cataluña, como la lengua». Y ese argumento le sirvió también para justificar el no que los diputados del partido en el Congreso, por primera vez en el Grupo Mixto, darán hoy a Rajoy. «No queremos que rompan el modelo de escuela catalana, no existe conflicto lingüístico en las aulas. Proponen un falso trilingüismo, pero la inmersión es un modelo de cohesión», dijo la coordinadora del PDC.
Esa formación sostiene desde los tiempos de Jordi Pujol –y ayer Pascal insistió en ello– que el catalán es «la lengua de cohesión» de Cataluña y la del «ascensor social».
El PDC trata estos días de agitar el panorama político con vistas a la Diada del 11 de septiembre y, sobre todo, a la cuestión de confianza a la que Carles Puigdemont se someterá el día 28. En este sentido, Pascal rechazó ayer que la celebración del referéndum unilateral que pide la CUP sea la condición para que los antisistema eviten la caída del Govern.