Editorial, LA VANGUARDIA, 22/10/11
El salto hacia la paz que se produjo con el comunicado hecho público por ETA el jueves y la inmediata certificación por parte del presidente del Gobierno y los dos aspirantes a sucederlo –Rajoy y Rubalcaba– de que era una gran noticia y, consecuentemente, el minuto uno del camino hacia un futuro sin terrorismo despejan una de las incógnitas que han planea-do en la vida pública española durante estos últimos años: ¿el día que ETA dé el paso habrá pista para encontrar una solución? Todo apunta a que sí. Se hará con palabras medidas y con conversaciones secretas o cuando menos discretas, pero parece muy apuntalada la entente entre PSOE y PP en materia antiterrorista. Incluso es posible que haya ya cierto acuerdo en los pasos que se han de dar. Las elecciones generales del 20-N van a ser en muchos aspectos un antídoto contra las prisas. Al actual Gobierno socialista le quedan semanas en el poder y de una manera absolutamente realista el ministro portavoz, José Blanco, ya dejó en manos del próximo ejecutivo los pasos siguientes. El nuevo presidente no accederá a la Moncloa hasta finales de este año y el nuevo gobierno no estará operativo hasta los primeros días del 2012, plazo suficiente para una hoja de ruta que Rajoy querrá consensuar con Rubalcaba. También con el PNV, tan feliz como desubicado en el nuevo tablero vasco que emerge y que puede acabarle costando la hegemonía política en el lado nacionalista. En medio de tantas incógnitas, deben ser destacadas por importantes las palabras del príncipe Felipe ayer en Oviedo en los premios que llevan su nombre: es una buena noticia, los terroristas asumen su derrota, es una victoria del Estado de derecho, y la libertad y la razón se abren camino sobre la barbarie.
Editorial, LA VANGUARDIA, 22/10/11