EL MUNDO – 29/01/15
· Casi 10 años después, el terremoto que provocó Pasqual Maragall cuando denunció en el Parlament que CiU cobró durante años comisiones del 3% por adjudicación de obras continúa teniendo réplicas.
Ayer fue Joan Boada, secretario general del Departamento de Interior durante el mandato de José Montilla (2006-2010), quien aseguró haber recibido información sobre esas prácticas corruptas durante los gobiernos de Jordi Pujol.
Boada, que fue durante años concejal, diputado y alto cargo de Iniciativa per Catalunya, se refirió al asunto en la Ser. Cuando le preguntaron por el cobro de comisiones del 3% del total de las adjudicaciones, respondió: «Que había empresarios y gente de la cámara de contratación que lo decían, sí».
El ex dirigente del Departamento de Interior de la Generalitat, a quien durante años se consideró una bestia negra de CiU y de la derecha en general, añadió que los empresarios y contratistas no se atrevían a denunciar esa situación públicamente. «Cuando les decíamos que nos trajeran pruebas y que nosotros lo llevaríamos a la Fiscalía nos decían que no, porque, si no, no trabajarían», añadió.
Las declaraciones de Boada se suman a la información que aportó el martes el ex ministro José Bono. El ex dirigente socialista desveló que Joan Puigcercós, que fue presidente de ERC y diputado de ese partido en el Congreso, ya le habló del asunto en su momento.
«Puigcercós a mí me dijo que se cobraban cuantiosas comisiones de las obras públicas que se hacían en Cataluña», dijo Bono. Por ello, pidió a Pujol que dé explicaciones, máxime en una época de enfrentamiento entre la Generalitat y el Gobierno: «Es inaudito que este asunto no se explique y que aún digan algunos que España les roba. Los que roban a España está muy claro quiénes son». En la misma línea, el ex dirigente socialista cargó contra «el discurso de los nacionalistas dirigidos por Pujol», y añadió que no mereció el trato que los diputados de CiU en el Parlament dieron al ex president cuando compareció para explicar su fraude fiscal. «Le invitaron a comer, le palmearon y casi le recibieron como a una persona honorable», se quejó Bono.
No es la primera vez –aunque siempre, a excepción de Maragall, a toro pasado– que un dirigente de aquella época se refiere en unos términos parecidos a los rumores acerca de la corrupción de los gobiernos de Pujol, que se mantuvo durante 23 años al frente de la Generalitat. Hace unos meses, en agosto de 2014, lo hizo Josep Lluís Carod-Rovira.
El ex vicepresidente de la Generalitat y líder de ERC se jactó entonces de haber denunciado «unos años antes» que Pasqual Maragall las comisiones ilegales. Y dijo más: que la mordida ascendía al 5% del precio de la obra, y no al 3%.
«Lo que pasa es que por aquel entonces [los diputados de] ERC éramos cuatro y el gato, éramos muy pocos, y nuestro peso en la sociedad catalana y en el Parlament era más bien modesto», recordaba entonces Carod.
Según su relato, él tuvo noticia de las comisiones cuando alguien «muy importante» de CiU se le acercó para decirle que no era verdad que las mordidas fueran del 3%. «Lo que has dicho es mentira, es una injuria, una infamia y no es cierto. No es el 3%, que yo sepa es el 5%», le dijo ese dirigente de la federación nacionalista.
«Lo que más me sorprendió fue la impunidad con la que se trataban estos temas. Uno se veía como un grano de arena en un desierto inmenso, sin medios para poder investigar ni hacer nada», justificó Carod su silencio durante todos estos años.
EL MUNDO – 29/01/15