Daniel -Lacalle-El Español
 

Mientras el Gobierno celebra un cohete económico inexistente, la realidad de España es la del empobrecimiento y el estancamiento. Como decía en un brillante artículo Cristian Campos, nos hemos convertido en “un país de tiesos”.

España lidera el índice de miseria en la Unión Europea, y además por goleada. Los datos de desempleo e inflación muestran el nivel de empeoramiento de la posición de los ciudadanos en términos relativos y en términos absolutos.

Como muestra el Instituto Juan de Mariana con datos de Eurostat también reflejados en Bloomberg, el promedio europeo de índice de miseria es de 8,8 puntos, mientras que España alcanza los 14,4 puntos y se consolida como el país de la UE con peor desempeño, con un índice de miseria económica que es un 60 por ciento mayor al de la Unión Europea. La brecha con respecto a la UE apenas se ha reducido en 0,1 puntos a lo largo de 2024.

Este terrible dato es mucho peor cuando se analiza con los datos de paro efectivo. Sin el maquillaje estadístico del cambio normativo de los fijos discontinuos en el paro, el Índice de Miseria de España es un 35 por ciento más alto y rondaría los 19,5 puntos, muy por encima de los 8,8 puntos alcanzados en promedio por la UE.

Todo esto nos lleva a unos datos de paro de septiembre simplemente atroces. España, usando la tasa oficial, duplica la media de la Unión Europea y hace muchos meses que Grecia nos superó reduciendo el desempleo mucho más rápido y sin maquillajes estadísticos.

El total de personas registradas en el Sepe y que no están ocupadas supera los 3,7 millones en septiembre y hay 4,2 millones de demandantes de empleo. Es decir, desde 2019 no se ha mejorado el desempleo real en España.

España lidera el índice de miseria en la Unión Europea, y además por goleada

Eso es evidente también en la falacia del “récord de empleo” cuando la tasa de actividad y la de empleo están estancadas desde 2019. No hay 21,2 millones de afiliados sino récord de pluriempleo, y se nota en los salarios y en las horas trabajadas por afiliación, que están estancadas desde 2019.

Hablando de magia estadística, imagina cómo va un país donde se esconden 750.000 desempleados como fijos discontinuos inactivos y que queda en el puesto 20 de 27 en recuperación del PIB per cápita real tras encontrar una Murcia en el PIB del pasado revisado retroactivamente. El INE se corona como la entidad estadística que ha hecho la mayor revisión del PIB de las grandes economías.

Mirando la revisión retroactiva con respecto a la base del PIB de 2019, estamos hablando de un incremento retroactivo de 4,2 puntos, más del doble de la media de la eurozona (2,09 puntos) y muy superior a Alemania (1,9), Francia (0,6), Italia (2,6), Bélgica (1,03), Irlanda (2,1), Portugal (0,7) y Finlandia (-2,3).

Pues bien, con semejante aumento retroactivo del PIB y una distorsión en los datos del paro tan importante como la de cambiar a fijos discontinuos todos los contratos estacionales y de obra y servicio, España queda a la cola en PIB per cápita.

Un aumento de la deuda de casi siete puntos con Sánchez (del 98% al 105% del PIB), campeones de paro y de índice de miseria. España es, por primera vez, campeona europea en paro, paro juvenil, paro femenino, infraempleo, índice de miseria y tasa de pobreza y exclusión social de la eurozona. Toma récord social.

La inflación acumulada con Sánchez se sitúa en un 20%, el paro efectivo no se ha reducido prácticamente y lideramos Europa en paro y en miseria. Y el Gobierno sigue asfixiando a las familias y empresas a impuestos, lucrándose con la inflación.

La inflación acumulada con Sánchez se sitúa en un 20%, el paro efectivo no se ha reducido prácticamente y lideramos Europa en paro y en miseria

El hachazo impositivo, al no deflactarse con la variación del IPC, ha hecho que los impuestos pagados suban más que los ingresos reales en 2023, como explica la OCDE. Es decir, los impuestos se han comido la mísera subida salarial de los españoles. Esto hace que el Gobierno “social” haya perjudicado fiscalmente más a los más desfavorecidos y a las clases medias.

Disfrazar el PIB con inmigración y gasto público tirando de deuda es fácil, pero no dice nada de la realidad de las familias y empresas. Si España crece “más que la media de la UE” y en PIB per cápita crece menos que las economías comparables, lo único que ha pasado es que se ha disparado la inmigración.

Los elevados impuestos son un auténtico freno a la actividad. La destrucción de empresas cotizando continúa: 4.485 menos en septiembre y 36.500 menos que cuando Sánchez llegó a Moncloa.

La inversión extranjera ha vuelto a descender y cae un 3,7% anualizado en el primer semestre, tras caer en 2023 y situarse un 55% por debajo de los niveles récord de 2018. Y si no fuera por Madrid, que atrae casi el 70% de esas inversiones, España sería un erial.

España sigue perdiendo puestos en competitividad fiscal. El esfuerzo fiscal en España ya se sitúa un 17,8% por encima de la media de la Unión Europea, según el estudio del Instituto de Estudios Económicos.

Pues bien, ahora los medios de propaganda sanchista te dicen que ha bajado la presión fiscal y por tanto hay espacio para subir impuestos. La presión fiscal no mide si los impuestos son altos o bajos, solo los ingresos fiscales sobre PIB nominal.

Así, te crujen a impuestos y el denominador, al revisar al alza el PIB retroactivo y añadirle la inflación, se reduce. Es decir, te roban dos veces; con más impuestos y más inflación. Aberrante.

Por supuesto que volverán a subir los impuestos a la clase media. Ya se han lanzado a subir el IVA a pesar de que el precio de los alimentos no solo no ha bajado, sino que ha subido.

El Gobierno nos está empobreciendo para mantener su endeble estructura y además lo hace con una deuda que ya supera los 1,6 billones de euros (2,09 billones de pasivos totales o deuda real total). El cohete de la ruina.