EL MUNDO – 08/09/14
· Una sectorial de la ANC planeó las necesidades operativas por mar, tierra y aire.
A la hora de diseñar la potencial Cataluña independiente, la sectorial de Defensa de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) no dudó en pormenorizar el tipo de unidades de infantería, navales y de vigilancia aérea que requeriría la organización defensiva del nuevo país. La ANC se desmarcó enseguida del documento, señalando que era una postura aún no consensuada, y la misma sectorial se acabó desintegrando tras la polémica. Con todo, las propuestas que lanzaban en su página web evidenciaban un despliegue imaginativo en toda regla, asumiendo por ejemplo la necesidad de un servicio militar voluntario y la formación de un cuerpo de reservistas que podrían actuar en caso de invasión al modo de las guerras de guerrillas: con emboscadas y sabotajes.
Y es que, puestos a imaginar, los estrategas de la ANC asumieron la desproporción manifiesta de Cataluña respecto a sus vecinos de frontera, España y Francia, por lo que calcularon que la movilización de reservistas apoyados por los soldados profesionales del nuevo Estado catalán sería clave para neutralizar las incursiones enemigas en caso de conflicto.
Asimismo, la defensa catalana requería de la creación de un «Estado Mayor conjunto» y preveía que su mandato de proteger a los catalanes se extendiera allá donde residieran, esto es, también en el extranjero, ante supuestos de secuestro o desastre natural que necesitase evacuación.
La existencia del Ejército, per se, implicaba según el documento un ejercicio claro de control de las aguas territoriales y el espacio aéreo como forma de desarrollo de todo Estado soberano, para conseguir que la comunidad internacional tuviera en consideración a la Cataluña independiente.
El control de las aguas territoriales correría precisamente a cargo de los Mossos d’Esquadra y los policías locales hasta que salieran las primeras promociones de oficiales de una futura Academia Naval. La Fuerza Naval tendría 2.000 efectivos, sin contar a los reservistas.
Helicópteros polivalentes, aviones de transportes, barcos de asalto anfibio, corbetas, aviones de control y vigilancia aérea e incluso barcos civiles alquilados integrarían el grueso de las unidades militares.
El revuelo que ocasionó la difusión del contenido de estos documentos de trabajo de la sectorial de la ANC obligó a la asociación a desmarcarse de las propuestas y a la misma Generalitat a señalar que este tipo de trabajos no forman parte del papel de la sociedad civil.