Luis Ventoso-ABC

  • Han fallado en la primera ola, en la segunda y en la vacunación

En un audaz acto propagandístico, Sánchez compareció el día 29 para presentar un autoexamen de su gestión, donde con faz de titanio se otorgó un cum laude. En paralelo, Illa ha sido promocionado a candidato socialista en Cataluña, porque su gran labor ante la pandemia lo ha prestigiado. Bien vendido todo en las televisiones afectas, buena parte del público acabará comprando ambas burras. Por eso conviene resumir los tres hitos de la crisis del Covid-19:

-Primera ola: empanada inicial y mando único. El Gobierno reaccionó tarde y mal. No quiso ver el temprano y vecino ejemplo italiano y desdeñó los avisos europeos. Con el virus ya extendiéndose seguía obsesionado en promocionar sus marchas doctrinarias del 8-M. Equipó tarde a los

sanitarios, titubeó sobre la mascarilla y las medidas. Después pasó a imponer uno de los confinamientos más restrictivos del planeta, acompañado de una campaña de propaganda sin precedentes, con mando único para Sánchez y ocupación de sol a sol de la televisión. El balance es que todavía hoy España es el cuarto país del mundo con más muertos por millón de habitantes (y eso con un Gobierno que manipula las cifras y oculta más de 18.000). Además, se ha probado que Illa y Simón mintieron al país sobre sus expertos.

-Segunda ola: esto no va conmigo. El 4 de julio, Sánchez declara que el virus ha sido derrotado e invita a «disfrutar de la nueva normalidad». En agosto se marcha de vacaciones, cuando los científicos ya están avisando de una segunda ola en ciernes. Se pone de perfil y traspasa el problema a las comunidades. Del Gobierno intrusivo con poderes excepcionales, que debía controlarlo todo, pasamos súbitamente al no-Gobierno (que solo se aplica en su campaña sectaria para hostigar a Madrid). Cada comunidad hace la guerra contra el Covid por su cuenta, sin una coordinación estatal seria, como si el virus fuese distinto en Teruel que en Tarragona y en Burgos que en Álava. Los resultados vuelven a ser pésimos. Illa es premiado con la candidatura en Cataluña.

-Vacunación, tercer suspenso. Hace más de dos meses que se manejaba ya una fecha aproximada del inicio de la vacunación. Es decir, el Gobierno tuvo tiempo sobrado de preparar una sólida estrategia estatal para llevar a cabo la misión más importante que reposa hoy sobre su mesa: vacunar con agilidad y eficacia a los españoles para limitar la epidemia cuanto antes y salvar vidas. No lo han hecho, aunque sí la inefable patochada propagandística de colocar el logo del Gobierno en las cajas de las vacunas, como si fuesen «Made in Sánchez». Las cifras de vacunación son de las peores de Europa, cada comunidad lleva un ritmo diferente y hasta han surgido acusaciones de favoritismo con Cataluña en un tema tan delicado como salvar vidas. De propina, el ministro de Sanidad dedica la mitad de su tiempo a su campaña electoral, 2020 se cierra con unos datos tétricos de paro y el Gobierno está atareadísimo hostigando a la monarquía. ¡Ole!