ABC 19/05/14
· Investigadores de la Universidad Pompeu Fabra detectan fugas de electores moderados a otros partidos
· Otras comunidades La «radicalidad» de las cúpulas nacionalistas también se da en Galicia, Navarra y País Vasco
Un estudio elaborado por profesores de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona determina que los líderes de CiU y PSC son más nacionalistas que sus votantes. Y aunque en ambos casos se detecta una tendencia a acortar esa diferencia, los autores no concluyen que el motivo sea la capacidad de convencimiento de sus dirigentes, sino la pérdida del electorado más moderado. El estudio «Identidades de élites políticas y votantes en Cataluña», del Instituto de Ciencias Políticas y Sociales (ICPS), asociado a la Universidad Autónoma de Barcelona, lo firman los propesores de la UPF Sandra Bermúdez y Guillermo Cordero.
«Hemos seleccionado dos variables: la ideología y el nacionalismo de los diputados. No teníamos hipótesis claras al respecto, solo queríamos explorar cuánto se parecen los políticos catalanes a su electorado en estos dos ejes», explica a ABC Guillermo Cordero. Los resultados de su análisis indican que los partidos se asemejan más a sus votantes en la ideología —izquierda o derecha— que en su nacionalismo. Observan que los dirigentes tienen posturas soberanistas más extremas que sus votantes, más moderados. Bermúdez y Cordero basan sus conclusiones en entrevistas realizadas por el CIS a parlamentarios autonómicos durante 2009 y 2010, así como en estudios postelectorales de las elecciones autonómicas del mismo CIS.
Eje nacional o ideológico
Así, en Cataluña detectan que, a excepción del PP, todos los partidos tienen posiciones más nacionalistas que sus votantes, especialmente CiU y PSC. Por contra, ICV, PP o ERC son los que más se parecen a sus votantes en este eje. En Galicia, Navarra y País Vasco también se detecta esa lejanía entre élites y electorado, mientras que hay más homogeneidad en la ideología.
«Los líderes suelen ser más “radicales” que sus votantes, pero esto no es un hecho diferencial de Cataluña, ocurre en todos los países. Hay teorías en ciencia política que dicen que los partidos de ámbito no estatal (CiU, ERC… en el caso catalán) se polarizan hacia posturas más nacionalistas con el objetivo de diferenciarse de sus oponentes en ese eje “que les es propio”. Este podría ser el caso de CiU. Sin embargo, esta distancia es más difícil de explicar en el PSC», comenta Bermúdez. Aprecian que, dado que otros adversarios de izquierdas adoptan posiciones más nacionalistas, el PSC se suma a ello para no perder su electorado más soberanista.
No obstante, el estudio precisa que a partir de 2010, el debate identitario cobra más fuerza y las distancias entre cúpula y electorado se acercan. En el caso del PSC, se debe a la estrategia de Pere Navarro de moderar su soberanismo. En CiU, parece que los votantes son los que se aproximan a la cúpula. Pero los profesores de la UPF dudan de que este acercamiento se deba a una cuestión de atracción por parte de las élites. En este sentido, recuerdan que en las autonómicas de 2012, los votantes infieles de CiU se fueron a ERC e ICV por motivos más ideológicos que nacionalistas, mientras que en el PSC, el trasvase se produjo tanto hacia el eje nacionalista (CiU, ERC y C’s), como al ideológico (ICV). Por tanto, los autores no determinan si la asimilación entre élites y votantes se debe a la capacidad de convencimiento de los primeros, o a la pérdida de votantes más disconformes.
«Los líderes de CiU no han podido escorarse más hacia el nacionalismo porque ya estaban muy al límite de la escala. Por el otro lado vemos que hoy el votante de CiU es más nacionalista que hace unos años. Por eso hay un acercamiento, ya sea porque su electorado se ha hecho más nacionalista o porque el menos nacionalista se ha ido», precisa Cordero. Respecto al PSC «entendemos que la pérdida de votos se ha dado tanto por motivos de confianza y gestión como por la distancia en el eje nacionalistas. Sin embargo, encontramos en los últimos movimientos del partido una estrategia de acercamiento a su votante medio, lo que reduciría la distancia en este eje».
No obstante, el eje ideológico izquierda-derecha «sigue siendo un factor muy relevante en el voto en Cataluña. Eso sí, que sea más o menos importante a la hora de determinar el voto depende de en torno a qué cuestiones gire el debate electoral y cómo se sitúe en él la oferta política», concluye.